El chico que amo -HEDRIC (2)

49.(CH) el efecto que tienes en mí

CEDRIC

LXVII

Si uno podía permitirse un día libre, este era el indicado.

Enterarse de tu propia muerte debería conceder ciertos beneficios.

No se presionó a estudiar o realizar alguna de sus tareas pendientes.

Leyó uno de sus libros favoritos acerca de plantas con propiedades curativas porque necesitaba enfocar su mente en algo. Y la cercanía de su novio durmiendo sobre su hombro le calmaba lo suficiente como para ser el trasfondo reconfortante que le mantenía conectado al presente.

Ni al futuro ni al pasado.

Harry era la razón por la que no enloquecería esta vez.

LXVIII

Cuando se despertó del todo, le pidió que le enseñara el hechizo.

—Es el que usamos en el aula —explicó Cedric, lo cual significaba que Harry ya lo conocía—. He mejorado bastante en ellos, por obvios motivos, y se me ocurrió que podría dirigirlo hacia una limitada cantidad de personas. Lo uní con uno silenciador, y este fue el resultado. Creo que sería fácil de desarmar pero alguien tendría que descubrirlo primero.

Mostró el movimiento de varita y lo que debía decir.

—Así que podemos tener conversaciones secretas en la biblioteca.

La pequeña sonrisa de Harry le dejó mudo.

Solo por un segundo.

—¿Qué tipo de conversaciones...?

Varias ideas que no involucraban palabras cruzaron por su mente.

—Me debes una historia —le recordó Harry.

Oh, sí, cierto.

No era que Cedric no quisiera compartirla, sino que le chocó el contraste entre su previo pensamiento y aquella vez.

—De acuerdo. Es bueno entonces que el hechizo siga funcionando...

Sabía que algún día Harry sabría todos y cada uno de sus secretos.

Que querría compartir tanto con él.

Imaginaba pasar años juntos.

Esperaba que eso aún estuviera en las cartas para ellos.

HARRY

LXI

—¿Willow fue tu primer beso? —se sorprendió de escuchar— Creí que dijiste que eras gay.

Bueno, Harry tampoco estaba del todo seguro de cómo funcionaba.

—Lo soy. No lo sabía en ese tiempo.

—¿Fue muy malo? —tuvo que preguntar.

Cedric se rió, lo que Harry no sabía interpretar.

—No comprendía el interés que el resto tenía en todo aquel asunto —habló divertido, estirando sus piernas sobre la alfombra de la biblioteca—. Se sintió de lo más extraño. Como frío y seco. Irreal pero no de una buena manera. No sé si entiendes lo que quiero decir... Oh, creo que es mejor así. Después de todo...

Se giró con una sonrisa y besó la mejilla de Harry antes de continuar:

—Considerando que fui tu primero, apestaría si lo entiendes.

—Totalmente no le encuentro sentido —respondió Harry, con una variedad de sentimientos esparcidos sobre su piel. Una pizca de timidez y calor, sí, eso bajo la atenta y dulce mirada de su novio—. Fue increíble. Supongo que tal vez debería agradecerte por salvarme de una experiencia tan penosa.