El chico que amo -HEDRIC (2)

73.(CH) mi chico

CEDRIC

XXXIX

Lo primero que pensó fue que algo malo había ocurrido.

Corrió por los pasillos, y con un hechizo transportó el muffin a la basura.

Al entrar se topó con Hermione, Ron y...

Harry.

En su uniforme escolar.

Se esforzó por disimular su respiración agitada y recomponerse, un intento fútil a raíz de que le apenaba llegar tarde, sudado y confundido.

—Le han dado el alta —explicó Hermione, sosteniendo varios libros contra sí—. Debe regresar luego del almuerzo para otro chequeo. Y mañana.

—Tiene que ir a clases, lo cual apesta —murmuró Ron, y cuando recibió una mirada recriminatoria de parte de ella, codeó a Harry—. Pero sí que me alegra, eh. Que las clases son una tortura sin mi mejor amigo. Vaya, que no las soportaría sino...

Cedric había tenido una experiencia con aquella mirada de Hermione...

Lo comprendía.

Aliviado de que ignoraran su deplorable estado físico sin los regulares partidos de Quidditch, se enfocó en Harry, curioso sobre si encontraba la noticia tan buena como Ron. No decía ni una palabra y caminaba cabizbajo.

Cuando salieron al transitado pasillo, sujetó el brazo de Cedric de repente.

Un poco fuerte.

Las personas le miraban y permanecieron afuera de la puerta. Como si se diera cuenta de su agarre, comenzó a soltarle y Cedric colocó su mano sobre el dorso de la suya.

Como una especie de forma de decirle que estaba bien.

Esto no debía ser nada sencillo para él.

—¿Quieren ir a clases? —les preguntó Cedric a ambos— Hablaré con Harry un momento y le acompañaré hasta el aula.

Hermione hizo una mueca y Ron, quien creyó que aceptaría, se acercó.

—¿Te encuentras bien? —murmuró hacia Harry, frunciendo el ceño con inquietud.

—Sí, sí, solo que, eh, extrañaba a mi chico.

Su respuesta causó un breve e intenso ardor en su rostro.

Ron abrió los ojos, sorprendido por un segundo, y asintió.

—Nos vemos en clases entonces. Te espero.

—Él sabe, ¿no? —preguntó Harry cuando se fueron— Recuerdo que Hermione dijo que sí pero...

—Sí lo sabe. Me parece que no eres tan —sonrió Cedric— abierto sobre extrañar a tu novio por lo general. Con ellos.

Los estudiantes se dispersaban, y guió a Harry hacia la derecha.

—¿Crees que me salí de mi personaje? ¿Y que Ron sospechará...?

—No —respondió de inmediato con seguridad—. No lo creo.

Harry se encogió de hombros.

—Pienso que es algo que diría si tuviera tanta suerte —expresó por lo bajo, y Cedric, quien dudaba sobre qué decir ante eso, se distrajo cuando enseguida cuestionó—. ¿Las demás personas saben? Sobre ustedes.

—No lo hemos hecho oficial. Hay algunos rumores.

También apuestas y quién sabe qué.

—Mejor así.