El chico que amo -HEDRIC (2)

6.(HC) la mejor parte

HARRY

XXIV

Habían pasado meses desde la última vez que había visto a Cedric.

Lucía igual de hermoso que el primer día, si no era que más.

Aunque le tomó por sorpresa encontrarlo tan temprano, lo prefería así.

Después de tantas cartas y todos los sentimientos que se habían arremolinado en su interior en privacidad, se sentía más cercano a Cedric —no exactamente de la amistosa forma, pero aun así. Estaba feliz de conversar con él en persona de nuevo. Tenía un par de cosas para comentarle. Sí, una de ellas era sobre haberse cruzado con Cho, lo que derivó en ofrecerle pasar a saludarla.

Todo lo que pretendía hacer con ello era ser amable.

Cedric aceptó y le dijo que no había tenido forma de comunicarse con ella para saber en qué parte del camping estaba. Y que, por desgracia, no compartirían platea en el estadio. Le habló acerca de Hunter, uno de los chicos del equipo de Hufflepuff, quien también había acudido al Mundial mientras caminaban en la dirección en que Harry había visto a Cho unas horas antes.

Aprovechando que estaban solos, le contó acerca de lo que escuchó:

—Hoy, hace un rato, vinieron unos del Ministerio. Estaban hablando acerca de... ¿Un evento? O algo que será importante. Supongo que debe ser lo mismo de lo que tu padre te ha hablado. Dijeron que tomará lugar en Hogwarts.

—¿Tampoco dijeron qué es, cierto?

—Los del Ministerio son misteriosos.

—Parece que le han comentado a medio mundo —se rió Cedric—. Dudo que todos hubiesen mantenido el secreto tan bien como el señor Weasley y mi padre.

Harry rió también, preguntándose cómo eso se llamaría guardar un secreto.

Había prestado especial atención a todo lo que hablaron esos hombres por Cedric, por si conseguía averiguar algo. De todos modos, estaba intrigado. ¿Un acontecimiento en Hogwarts del que Harry no participaría? Porque incluso si fuese sobre Quidditch, no pensaba inscribirse.

De acuerdo, quizás si era sobre Quidditch... Lo consideraría.

No era probable, siendo que ya contaban con la Copa cada año.

La ilusión de que su cuarto año fuese uno tranquilo, sin peligros, se encendía con fuerza en su pecho. Incluso si temía que el viento pudiese apagarla, la mantendría. Pensó que, por una vez, podría perderse de algo y simplemente observar como todos los demás.

XXV

Cho parecía contenta de verles —en especial a Cedric, a quien abrazó por más tiempo. Ya hubiera querido Harry abrazarlo así también. Sí que lo había pensado cuando se lo encontró bien temprano esa mañana, pero todos estaban allí y se paralizó.

No eran esos segundos extra de diferencia los que le pusieron incómodo.

Era la forma en que Cho miraba a Cedric, como si le adorara.

Como si fuese lo mejor que le había pasado.

Harry lo entendía.

CEDRIC

XXI

Cho les ofreció pintarles el rostro con los colores de Irlanda igual a como ella lo había hecho. Harry no dudó en decir que sí y se quedó quieto mientras ella le pasaba el pincel y le sujetaba por el mentón para estabilizarse.

—Todo tuyo —le indicó Harry al levantarse del asiento, dejándolo libre.

Cedric no estaba convencido, pero se sentó.