Capítulo 05

8.2K 453 387
                                    

Creo que nunca olvidare el día en que ayudamos a Bellestarmon, ya que, esa tarde Rena hizo que casi me muriera de un infarto, déjenme contarles exactamente que fue lo que paso.

Luego de regresar a casa, con el problema del Digimon resuelto. Nos dimos cuenta que ni siquiera terminamos de comer bien, la mañana había pasado volando y prontamente era mediodía nuevamente.

— ¿Quieres qué te prepare algo para en especial?

—Me gustaría ver como preparas la carne.

—Ok, carne será para la señorita.

Le prepare un jugoso bistec con especias y un poco de vino... ¿Qué? Soy buen cocinero, nada impide que un hombre o una mujer aprendan algo si les gusta, solo faltan verdaderas ganas.

—Eres muy bueno en eso.

—Es la práctica, veras Rena cuando vives solo, es aprender a cocinar o morirte de hambre, y sumándole a eso el hecho de que llegaste a mi vida, mas ganas tenia que echarles al momento de cocinar.

Tras terminar de preparar el de ella y el mío nos serví y fuimos a comer al sillón.

Cambiando los canales me topé con un documental sobre los lobos en Discovery Channel, decidí dejarlo allí.

—Ese se ve bastante bonito. —Hable mirando al lobo plateando que se aparecía en el documental.

— ¿Te gustan los lobos Arthur?

—Los perros en general, en especial los lobos, osea solo míralos, son hermosos. De pequeño siempre quise uno, pero Papá decía que era mucha responsabilidad para nosotros, él y Mamá con su trabajo y yo con mis estudios, ninguno tenía tiempo de cuidarlo, por eso nunca pudimos adoptar uno.

—Ya veo...

—Bueno eso quedo atrás, tal vez más adelante pueda conseguir uno, solo espero no se ponga de antojoso contigo.

En ese momento no sentí su mirada sobre mí, debí darme cuanta, tal vez así me hubiese percatado de lo que ella iba a hacer.

Al terminar de comer, tome su plato y el mío y los lleve a la cocina, y mientras lavaba todos los trastes, recordé lo que paso en la mañana.

— (No todos los Digimon que llegan son malos, Bellestarmon me demostró eso, espero que no cometa ninguna locura en casa de Lio, bueno ahora es su problema no mío, aunque pagaría por ver su cara justo ahora jejeje.)

Perdido en mis pensamientos, no sentí cuando cierta zorrita se paró detrás de mí.

Woff.

Ese sonido fue lo que inicio todo, ese simple sonido.

— ¿Un ladrido?

Sin saber de dónde provenía solo lo ignore y seguí limpiando los platos, era consciente de que los vecinos no tenían perros, y que no había perros callejeros por esta cuadra, por eso los gatos tenían dominado el territorio hasta que la nación de Rena ataco.

Woff, Woff!

Nuevamente lo escuche y esta vez más fuerte y claramente, venia de atrás de mí. Al girar mi vista, en ese momento fue en el que mi corazón colapso.

Frente a mi estaba Renamon a gatas moviendo la cola de un lado a otro rápidamente y jadeando un poco con ojos de alegría.

— ¿Rena...?

— ¡Woff!

Si hubiesen puesto mi pulso en un monitor cardíaco, en eso momentos el marcador sería una línea completamente recta, no tendría ningún pulso, era tan jodidamente linda que mi corazón no lo resistió.

Amor Digital.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora