Capítulo 22

4.1K 272 49
                                    

Desde el momento que desperté supe que no era precisamente el mismo de siempre, me sentía un tanto extraño y dado lo que paso no era de extrañar que fuera así, tras darme una ojeada a mi mismo note algo en la dorso de mi mano izquierda.

Desde el momento que desperté supe que no era precisamente el mismo de siempre, me sentía un tanto extraño y dado lo que paso no era de extrañar que fuera así, tras darme una ojeada a mi mismo note algo en la dorso de mi mano izquierda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ese símbolo estaba en ella, pero no tatuado ni nada de ese estilo, era una quemadura y cicatrizada con esa forma, y por como se veía, iba a ser parte de mi vida para siempre.

Me sentía bastante adolorido pero para la noche estaba mejor que cuando llegue, el doctor que me atendía me dijo que me quedaría esa noche solo para estar seguros y eso hice, por suerte mi seguro cubría todo esto.

—Rena ¿por qué no vas con Estela y Lio a casa, te das un baño para que te relajes y descanses un poco?

—No me apartare de ti ni un solo momento.

—Rena estoy bien enserio, el doctor mismo lo dijo, solo debe quedarme para observación y nada más.

— ¡No quiero separarme de ti Arthur!

Se estaba comportando como una niña malcriada, no quería hacerme caso en nada menos si ese algo implicaba el que se alejara de mi así fuera un poco.

—Está bien. Lio no quiero molestarte pidiendo esto, pero crees que puedas traerme algo de ropa, las enfermera desecharon la que tenía porque estaba muy llena de sangre y jodida.

—Claro amigo no hay problema, Vamos Estarla.

—Ya regresamos, tú solo procura descansar y mantener a esa Renamon tranquila.

En cuanto ellos salieron King y Rous entraron, estaban buscando algo en la cafetería para calmar los nervios.

—Oye una enfermera me dio esto, es tu teléfono, parece que está bien.

—Qué bueno, creí que se había dañado, no quiero andar teniendo que comprar otro.

Enseguida me lo dio, este empezó a sonar era una vídeo-llamada de Mamá, conteste casi que al momento.

—Hola Má ¿sucedió algo?

— ¿Hijo estás bien? Tuve un mal presentimiento hoy, como si algo malo te hubiese pasado, me maree y mi corazón dio un salto terrible, tu Padre tuvo que sentarme y darme algo para los nervios.

Estaba asombrado, ¿eso es lo que llaman el sexto sentido de una Madre?

—Si Mamá, paso algo, algo serio, necesito que te sientes y que respires y te calmes para lo que te coy a decir.

Nunca le he mentido a ella y no pienso hacerlo ahora, le explique todo lo que había acontecido con calma, para que ella no se alterara más de lo que ya estaba, con un hospitalizado es mas que suficiente.

— ¿Pero estás bien verdad?

—Sí, lo estoy, el doctor dijo que mañana me dan de alta a primera hora, solo debo estar de reposo unos días, y no hacer mucho esfuerzo, perdí bastante sangre pero ya fue repuesta, solo debo estar tranquilo.

Amor Digital.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora