Capítulo 24

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Si mi novia quisiera matarme de la impresión, poco esfuerzo le tomaría porque las cosas que hacen me dan sobresaltos del corazón.

Rena estaba apoyada de una de las mesas de noche, mirándome de una manera que me hizo hervir la sangre, adornando su cuerpo tenía una lencería color turquesa y unas mayas que se sostenían solo de sus grandes y majestuosas piernas.

—Linda... ¿de dónde sacaste eso...?

Me le quería lanzar encima, pero la curiosidad igualaba las ganas que tenia de hacer a esa Digimon mía.

—Es un secreto, ¿acaso no te gusta?

Colocando cara inocente y agachando las orejas solo hizo que mi deseo aumentara.

— ¿No gustarme? para nada, justo ahora lucho con las ganas que tengo de tomarte y comerte toda Rena.

—Pues no resistas, soy toda tuya, a comer Cariño.

Debo decir, que a mitad de su frase ya estaba casi encima de ella para besarla con pasión.

— ¡Ahh! Arthur no seas tan rudo, tenemos toda la noche...

—Me dices eso luego de tentarme de esa manera...

ahora se que soy debil a su sensualidad, que me llamen furro, no me interesa.

—No creí que te fuera a afectar tanto...

—Ya venía con la cabeza caliente desde antes, en todo caso, solo le echaste más leña al fuego con todo esto Rena.

La sujete y apoye contra la pared para tomarla de las piernas y besarla, ella me rodeo con ellas y con sus brazos y asi continuar con el gran y lujurioso beso, ella me clavaba las uñas en la espalda y yo sujetaba con fuerza su trasero hasta que el el cansancio en los labios se volvió un problema.

—Haa Haa Arthur... ya no aguanto más...

—Haa... Yo tampoco... me voy a volver loco...

Camine hasta la cama con ella sujeta a mí para posarla suavemente en ella.

—Arthur recuéstate quiero intentar algo.

—Ok.

Me deje caer en la cama y ella se puso encima de mí, dejándome a la vista su tanga la cual estaba muy húmeda, por su lado ella se encontraba quitándome el chandal con desespero.

—Ya estás tan grande Arthur se ve tan delicioso que me hace babear...

Y no era mentira, tenía una delgada línea de baba saliendo de su boca.

Solo escuche un "ahh" para sentir su cálida y húmeda boca alrededor de él y el cómo su lengua se movía alrededor de la cabeza.

—Por todos los Dioses Rena...

Ella meneo sus caderas para llamar mi atención a lo que quería.

— ¡Buen provecho!

Aparte la tela y un poco de su pelaje para ver esa flor que me había hipnotizado desde el primer momento que la vi, para enseguida pegar mi boca a ella para disfrutar de su sabor.

Su néctar salía abundantemente, es un sabor del que nunca me cansare.

Rena gemía a pesar de tener mi verga en su boca, yo estaba casi en las mismas, la sensación era tan que no podía pensar muy bien, se podría decir que actuaba por reflejo.

Con mis manos tome sus caderas para pegarlas más a mí y meter toda mi lengua dentro de ella.

— ¡Ah! A-Arthur... eso se siente muy...

Amor Digital.Where stories live. Discover now