Capítulo 92

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Narra Rena.

A la final mi esposo llamó a una amigo un conocido de su Mamá que era anestesiólogo, y le contó todo lo que estaba ocurriendo.

Con sus años de experiencia el medico entendió que era lo que Arthur Necesitaba y le receto un sedante muy fuerte, al comprarlos, se lo dimos a Lucia camuflado entre su comida hasta que simplemente cayo rendida por una semana entera, y para cuándo se despertó estaba como nueva, repotenciada y algo apenada por todo lo que paso.

Todo regreso a la normalidad otra vez, y ustedes pensaran, pero Arthur siempre es el único al que parecieran pasarle esas cosas. Pues déjenme decirles que mi esposo no es el único con ese problema, aunque conmigo se trata de que me piropean demasiado cuando ando en la calle, otra cosa es que no le digo, porque sé que si le cuento esas cosas, buscara al sujeto y le dará una gran paliza, mi Arthur se muy sobreprotector con lo que es suyo, y no dejaría que nadie me faltase al respeto.

Pero él no está todo el tiempo conmigo. Cada vez que salía sola, con las chicas, o con la niña. Siempre hay quien se me acercaba a tratar de sacarme charla, pero el que vean el anillo, o un simple "Estoy Casada" eso los alejas, o al menos así era la mayoría del tiempo. Desde hace un tiempo, un sujeto que se ve a leguas es rico y codicioso a estado acosándome cuando salgo con las chicas, y no solo a mí, a ellas también les habla. Estarla lo amenazó con tomar acciones legales y violentas si no paraba, pero creo que eso no será suficiente, él me daba muy mala espina.

De igual manera los meses pasaron hasta que llegó el cumpleaños dieciocho de Elizabeth el cual sus padres celebraron muy a lo grande, incluso le regalaron un coche, un coche el cual Arthur debe enseñarle a usar, porque no tenía ni idea, pero eso no es lo importante.

Lo importante paso poco después de eso, una mañana en la que la sobreprotección de Arthur quedo muy clara.

Alguien toco a la puerta por lo que fui a ver quién era, al abrir me topé con Elizabeth y otro chico, lo más curioso fue el hecho de que iban tomados de la mano, y ambos despedían un olor peculiar, como si ambos tuvieron la misma esencia.

—Hola Rena. Está Arthur, debo presentare a Alex.

—Espera un momento, ya te lo llamo, pasen a la sala.

Los guie a ella y luego subí al cuarto donde Arthur, Tessa y Lucia jugaban con la consola, como si nada hubiese pasado entre ellos.

— Cariño. —Llame.

— ¿Si mi Reina?

—Tenemos una situación.

— ¿Qué paso?

— ¿Recuerdas cuando dijiste que el día que Eli te llegara con un novio, lo ibas a medio matar?

— ¿Si...?

—Llego el día...

Arthur me miro fijo y dejo el control en el suelo antes de levantarse para levantarse y tomar su Digivice sin más.

"DIGI-MATRIX EVOLUCIÓN."

Eso se iba a poner bien feo.

A pasos pesados bajo para ir a la sala, enseguida el chico lo vio, se puso tan recto como una regla milimétrica.

—Hola Beelzemon... ¿y Arthur?

—Dijo que me hiciera cargo.

—Ughh... Esto... te presento a mi novio, Alex.

—M-M-Mucho gusto señor.

Desde donde observaba podía sentir el aura pesada de mi esposo, quien sin más tomo la mano el chico para estrecharla, con mucha fuerza.

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