Amor Digital.

Capítulo 06

Empezamos mirando una película de romance y terminamos mirando una de acción, más exactos la de Godzilla vs Kong.

La verdad le gustó mucho la película, estaba completamente embobada mirándola, ya la había visto en el cine pero igual la vería una y otra y otra vez.

Me encanta ver como monstruos gigantes se parten la madre a madrazos.

El tiempo voló y antes de notarlo, ya era de noche además de que empezó a llover muy pero muy fuerte, podías escuchar la lluvia caer por todo el tejado, la deje preparar algo ligero para cenar mientras yo me daba un baño, al salir me encontré con ella esperándome en la mesa.

Todo iba bien hasta que un gran rayo hizo que todo el cielo se pusiera blanco como un flash gigante para que luego el poderoso sonido llegara con estruendo haciendo que todo vibrara.

—Ese si que fue fuerte...

Antes de darme cuenta Rena se me lanzo encima con sus orejas gachas y temblando.

— ¿¡Rena qué paso estás bien!?

—Tengo miedo...

Ella estaba temblando, a comparación con mis oídos, los suyos son más sensibles por lo que el ruido debe ser más fuerte para ella.

—Está bien, son solo los rayos al caer, estas a salvo conmigo, tranquila, no pasa nada.

Desde que ella llego, esta es su primera tormenta, no debe estar acostumbrada a ver caer relámpagos.

Logre hacer que terminara de comer, pero no se despegó de mí, tuve que darle la comida como si fuese una niña pequeña, no me quejo, me divertí al jugar al avioncito jejeje.

No parecía que fuese a dejar de llover pronto, y los rayos tampoco dejaban de caer, tuve que llevarla abrazada hasta la habitación, donde enseguida se escurrió bajo las grandes mantas solo dejando ver su cola que se erizaba al oír cada trueno caer.

—Arthur no me dejes sola... —Le escuche decir escondida entre las sabanas.

—Ya voy, ya voy... tu sigue escondiéndote allí, así los rayos no te encontraran.

Me quite los tenis y me metí así en la cama, estaba haciendo mucho frío, el aire acondicionado más la lluvia, la combinación perfecta para dormir feliz.

—No me abraces tan fuerte, se me va a salir la cena ¡y eso no será bonito! —Le advertí tratando de aflojar un poco su agarre pero fue inútil. — (Genial, mi novia tiene más fuerza que yo, hasta mi Mamá se reiría de eso...)

—No te alejes de mi...

—No me iré a ningún lado mi bella Renamon, permaneceré aquí contigo cuidándote hasta que te duermas.

— ¿Lo prometes?

—Claro que sí.

Ella recostó casi todo su pecho en el mío, podía sentir la presión de dos cosas redondas cerca de mi corazón, el cual empezó a acelerarse rápidamente.

—Es curioso, siempre que llueve así de fuerte por lo general la luz se va_

Antes de que terminara la oración, todo quedo en oscuridad y silencio, solo se escuchaba la lluvia, la energía se había ido.

— (Bien hecho Arthur, porque no usas esa boca para decir que lloverá dinero, o que a tu cuenta una donación anónima depositara diez millones de dolares!!!)

Regañándome a mí mismo, solo suspire para sentir como las cobijas de mi pecho se alzaban, acto seguido 2 anillos azules brillantes salían de la oscuridad.