Capítulo 31

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—Rena es mi novia.

— ¡¿Ella?!

—Sí es ella ¿esperabas otra cosa?

—La verdad creí que sería una chica normal y corriente, no creí que tendrías una novia Digimon, y menos una con la apariencia de Rena.

—Pues no, soy muy raro como para tener una novia convencional pero tampoco soy furro, pero, como decirle que no a esa bola de pelos, es demasiado adorable y solita se ganó mi corazón así que bueno, allí la tienes, tragando como una ex presidiaría.

—Entonces ¿no te opones a las relaciones entre Digimon y humanos?

—Nunca estuve en contra, cada quien es libre de elegir con quien quiere estar, y siempre y cuando no quieran forzar eso, no tengo problemas.

—Significa que aún tengo oportunidad...

— ¿Qué dijiste?

— ¡Nada!

—Si quieres te acompaño hasta tu casa, la de nosotros es esa de allí.

—No descuida, daré un paseo para organizar un poco mis ideas.

—Ya veo, entonces supongo que te veré luego.

—Claro, hasta otra, pero la próxima avísame si van a hacer algo.

—Tranquila, lo hará.

—Nos vemos.

—Chao.

La vi dar un pequeño salto antes de desplegar sus alas y alzar el vuelo, lo hace con bastante gracia la verdad y sus alas blancas lucen muy bien a la luz del sol.

—Rena deja de comer tanto, te va a dar dolor de estómago.

—Eso es mentira Arthur.

—Bueno después no te andes quejando.

Una hora más tarde.

—Mi pancita me duele...

— ¿Qué te dije? —Reproche mientras estaba a su lado sosteniendo un vaso con anti ácidos.

—Lo siento... pero es que sabían tan bien que simplemente no puedo parar de comer aunque quiera.

—Haaa... que haré contigo pelusa. Ahora solo por eso, no comerás más dulces por hoy, y mañana yo seré quien decida si ya comiste suficiente.

—Eres malo conmigo.

—No, me preocupo por ti, que es otra cosa. Desde aquí puedo escuchar gruñir tu estómago, y no son ruidos muy buenos, la cantidad de chocolate que comiste es más que suficiente para que le amputen un pie a un diabético.

—No me arrepiento de nada.

—Jajaja esperemos que así sea, ya paso el mediodía, mejor limpio un poco la casa y lavo la ropa se está acumulando mucha.

—Déjame ayudarte.

—No te moverás de ese sofá hasta que el dolor no se te pase.

— ¡Pero quiero ayudarte!

—Esperemos a que los anti ácidos te hagan efecto, mientras yo iré adelantando un poco el trabajo.

—Ok.

Con buena música provoca hacer muchas cosas, hasta limpiar, así que con unas buenas rolas de fondo. Empecé a limpiar y recoger la casa para mantenerla en orden, lo más acumulado seria la ropa, ya que Rena limpia y recoge cada que puede.

Luego de unos minutos ella se unió, y entre los dos hicimos los deberes más rápidamente, ya unas dos horas después, todo estaba limpio y reluciente.

Amor Digital.Where stories live. Discover now