Amor Digital.

Capítulo 96

A la final fue muy obvio que Lucia se quedaría con ese lugar, y hay buenas cosas de que lo tenga ella, nos podemos ir y venir juntos además de que para ambos ya es demasiada costumbre estar cerca del otro por lo que en vez de trabajo seguramente, serán puras risas y risas.

Eli por su lado, quedo bajo el mando de unas de mis amigas, agregándose a su grupo, sé que lo hará bien, y cualquier cosa solo debe venir a hablar conmigo.

Ya con eso listo, los nos retiramos del trabajo, gracias a Dios era jueves, y ya no teníamos que volver o almenas Luci y yo hasta el lunes, por lo que de camino a casa buscamos a Tessa y los niños, ya que sus Madres estaban en casa y nos fuimos directo allá.

—Linda ya regresamos, Tessa ve a cambiarte para jugar con Star y Quill.

—De acuerdo, vamos Star quiero enseñarte lo que Papi me compro.

—Bien.

— ¿Tío puedo tomar pastel de la nevera?

—Claro campeón, anda, hay unas galletas en una taza, toma unas cuantas también.

— ¡Gracias Tío!

—De nada.

Ya con los niños ocupados, fuimos a la sala, donde las mujeres estaban hablando sobre lo sucedido, y enseguida Rena vio mi cara, supo que algo paso.

— ¿Cómo les fue?

—Saluden a la nueve secretaria de Arthur Fullbuster.

— ¿¡Wow en serio!?

—Así es, como quedo el puesto bacante, me lo dieron mí.

—Tú lo tomaste.

— ¿Y Eli?

—Me pusieron con unas de las compañeras de Arthur trabajare en su sección con su equipo, estoy bastante emocionada la verdad.

—Qué bueno que todo les salió bien.

—Primo, Lio ya me contó lo que paso, ¿quieres hablar con nosotras de eso?

—Prima si te lo contó entonces sabes lo grabe que es.

—Demasiado, cuando me llamo me dejo un muy mal sabor de boca lo que me dijo.

—Qué cosa paso.

— ¡Si cuéntenlo!

—Primo mejor díselos tú, yo aún lo digiero.

—Ok.

Respire profundo para sentarme al lado de mi esposa para que ella me tomara de las manos.

—Lio y su equipo allanaron la casa donde Ange vivía, y dentro, solo había fotografías mías por doquier, aparte de fotografías de Rena y Tessa con marcas rojas y escritos muy feos en ella.

—Eso es escalofriante.

—Se me erizaron los cabellos.

—Y eso no es lo peor... en el sótano su equipo encontró des esqueletos humanos con claras señales de descomposición y ratas y demás animales caminando por allí.

En cuanto les conté eso todas empalidecieron, para verme la cara.

— ¡Cadáveres?

— ¿De quién?

—No lo sé, pero tengo la extraña sensación de que los padres de Cole no se murando de ciudad con él...

—Santo cielo...

—Y pensar que semejante personas trabajaba contigo.

—See...

Estuvimos hablando del tema, hasta que sentimos llegar a alguien, al ver, Lio entraba por la puerta quitándose la gorra y el chaleco anti-balas.