Puede el amor superar cualquier frontera, eso es lo que Arthur y su compañera Renamon deberán averiguar poco a poco mientras su relación se desarrolla y el como el mundo que los rodea va poco a poco en un constante cambio.
Tres de ellos estaban frente a mí, solo uno destruyo casi la ciudad y el otro dejo solo devastación a su paso, tenía que sacar a las chicas de allí era demasiado.
— ¡Alto! —Hablo la fémina entre ellos, para mirar a su alrededor. —Fufufufu puedo sentir tu poder desde aquí, porque no sales de tu escondite y das la cara Beelzemon.
— ¡Tch!
Salí de entre los árboles para posarme frente a ellos, Lady y Rena lo hicieron después.
—Vaya, vaya así que estabas cerca de aquí, creí que tendríamos que destruir algo para llamar tu atención.
—Ni siquiera dejare que lo intenten, Belphemon, Barbamon y Lilithmon.
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—Fuertes palabras de un idiota que solo tiene de apoyo a una zorra y a una traidora.
—Escúchame cara de cabra, vuelves a hablar de ellas así, y te tragar todos los dientes y luego te hare un enema de marfil con tus propios cuernos.
Tenía que andarme con cuidado, mis manos temblaban al sentir el poder de los tres juntos, está mucho más arriba del mío, pero en una pelea uno contra uno, tendría más ventaja.
—Fufufufu cara de cabra, te queda muy bien ese nombre.
