Capítulo 40

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Luego de ese pequeño incidente y de convencerla de que nada pasaría si esperaba afuera unos cuantos segundos a que yo fuera, cada uno iba a regresar a su habitación cuando...

—Los caballos, algo les pasa.

Podía escuchar sus relinches desde aquí, algo se metió a sus establos.

—Tengo que ir a ver, Luci puedes ir a dormir.

— ¡Quiero ir contigo!

—Luci recuerda lo que te dije, aquí es tierra de nadie.

—Lo sé, pero aun así quiero ir contigo.

—Ok vamos, deprisa.

Bajamos rápidamente para salir de la casa directo a los establos, yo llevaba el rifle en manos.

Al llegar, encendí las luces para entrar y ver que todos ellos estaban dentro de los suyos, pero estos estaban alterados.

—Tranquilos, ¡tranquilos! No hay nada malo, todo está bien.

Me acerque hasta SombraGris para acariciarlo, este se calmó un poco al igual que los demás.

—Eso es, tranquilo, ya paso compañero, ya paso... ¿Qué pudo haberlos asustado? Notaste algo raro ¿Luci?

—...

— ¿Luci?

—...

Al no recibir respuesta, me gire hacia donde estaba, ella estaba viendo a un lugar fijo sin parpadear, al ver a esa dirección, entendí la razón de todo.

Parada en la puerta del establo, es encontraba esa ente de blanco que ya le había contado a ella, solo estaba parada allí, completamente inmóvil, como siempre su cabello no dejaba ver nada de su rostro, pero de igual manera podía sentir el cómo nos miraba.

Creo que instintivamente Lucia empezó a retroceder hasta ponerse a mi lado para enseguida abrazarme del brazo.

—Tranquila...

La tome de la mano para que no se asustara de más para ver al frente otra vez.

Ella seguía para allí, pero esta vez levanto su brazo derecho hacia nosotros, para que quedara su mano a la vista con la cual hizo un gesto de que la siguiera.

— ¿Quieres qué vaya contigo?

Nunca había intentado hablarle, debe ser porque nunca la vi más de cuatro o cinco veces contando esta.

Pude ver como asintió con la cabeza calmadamente, para enseguida darse la vuelta caminando hacia la puerta ara desaparecer.

— ¿Luci estás bien?

—Creo que tengo que ir al baño otra vez...

—Tendrás que resistir otro poco. Es la primera vez que se aparece así y se comunica con nosotros, algo debe estar pasando, tengo que saber que es.

— ¿Estás seguro de que es buena idea?

—Si quisiera lastimarnos, ya nos habría jalado los pies o poseído ¿no crees?

—Buen punto, pero deberíamos despertar a las demás.

—Tú misma lo dijiste, no hay fuerza que levante a Lady y Rena seguro se desmayaría del susto, la conozco bastante, escucha, no dejare que nada te pase ¿ok?

—Está bien.

La tome fuerte de la mano y ambos dejamos los establos para ir a fuera, ella estaba parada a unos quince metros de nosotros mirando hacia la montaña.

Amor Digital.Where stories live. Discover now