Amor Digital.

Capítulo 30

No las podía entrenar como a personas normales, ella son Digimon, para entrenarlas hay que hacerlas pelear, por lo que se me ocurrió la idea de enfrentarme a ellas en un combate.

Sería más una batalla de resistencia que un combate real, quería ver que tanto podían aguantar para saber que mejorar en ellas.

Lidiar con las tres atacándome al mismo tiempo, fue algo problemático, y agradezco la resistencia y defensa que ahora poseo, porque si no, estaría muy adolorido.

Estarla, es buena atacando a distancia, pero en cuanto me puse enfrente de ella quedo indefensa por lo que debo ayudarla con su cuerpo a cuerpo.

Rous, es muy habilidosa peleando tanto a distancia como de cerca, con ella no debo hacer mucho solo aumentar la fuerza de sus ataques.

Y Rena, bueno ya sabía de lo que era capaz con anticipación, así que, me aproximaba con cautela hacia ella, por ahora solo he notado que no tiene mucha resistencia a mis ataques, bueno aunque siendo polos opuestos es entendible.

— ¿Qué tal un descanso chicas? —Hable al momento de relajarme un poco.

Dicho eso las tres se desplomaron en el suelo en un intento de recuperar el aliento, las hice dar cinco vueltas corriendo al campo, que son casi unos quinientos metros de esquina a esquina.

— ¿No crees que es mucho? —Pregunto Lio.

—Están algo mimadas sinceramente. Como Tamers les damos todo lo que piden, por lo que puede que estén algo perezosas, yo sé que consiento mucho a Rena en muchas cosas, en especial al momento de comer.

—En eso es verdad, no puedo negarle nada a Estarla porque 1. Pone una cara que a veces creo que me va a matar y 2. Cuando la cara no funciona, entonces me ignora completamente, es como que simplemente para ella yo no existiera.

—Ves, la tienes muy mimada, y considerando el cómo es Estarla, no me sorprende nada que sea caprichosa y malcriada por naturaleza.

—Yo simplemente no puedo decirle que no a Rous.

—Ahora entienden lo que digo, las tenemos muy malcriadas, por eso, dos vueltas al campo.

— ¿Estás bromeando verdad?

—Mi blaster dice que no, cinco y no los veo aquí.

— ¡Nos pagaras esta Arthur!

—Corran perras, ¡corran!

— ¡Eres un maldito!

—Jajajaja que bueno es ser malo.

Enseguida algo me tapo los ojos, bueno dos de ellos, el tercero siguió viendo con normalidad, es algo raro tener tres ojos, pero siento que el tercero es un tanto más especial y sensitivo a algunas cosas que normalmente no se notarían.

—Adivina quién soy~♫

—Eh... ¿Shakespeare en el parque?

—Eres tonto, o solo lo actúas.

—Un poco de ambas. Sabes, ese truco solo funciona si no cambias la voz Angewomon.

—Tehehe supongo que es cierto.

Libero mis ojos solo para pararse a mi lado.

—Lamento el retraso se me pegaron las sabanas, me acosté muy tarde y levantarme fue toda una odisea.

—Descuida, por ahora solo están calentando.

—Pero sí parecen que se van a morir.

—Es un calentamiento algo rudo.