Amor Digital.

Capítulo 68

Temprano por la mañana la alarma sonó, casi enseguida me levante y empecé a alistarme, dejando que Rena durmiera un poco más.

—Vamos Linda, es hora de irnos, hay mucho que hacer y muy poco tiempo, si no nos apresuramos tendremos el tiempo en contra.

—Pero si nos vamos en el coche...

—Ese era el plan, antes de que mi Tía Verónica lo cambiara radicalmente. Ahora debemos tomar un taxi al aeropuerto.

— ¿Al aeropuerto?

—Sé que originalmente te dije que nos íbamos a un retiro junto al mar pero, hubo un ligero cambio, por lo que ¡nos vamos a escocia!

— ¿¡Qué!?

De un brinco se levantó para verme a los ojos en el momento que le enseñe los boletos.

—Mi Tía nos prestó su casa para pasar la luna de miel allá.

—Pero nunca he ido a escocia.

—Yo sí, tranquila sabré ubicarnos. Lo que el inglés es muy extraño así que tenemos que prestar atención cuando nos hablen.

Rena tiene la capacidad como todos los demás Digimon, de entender y hablar todos los idiomas que se conocen en la tierra, por lo que ella es una traductora andante, así que si en algún momento no entiendo que me están diciendo, ella se hará cargo.

—Pero Cariño...

—Ya prepare las maletas anoche, todo está preparado. Solo debemos tomar un taxi al aeropuerto, y tomar nuestro vuelo.

—Está bien cariño, suena divertido. Comamos bien antes de salir, por lo que me has contado, la comida de los aviones no es muy buena.

—Dependiendo de en qué clase vayas, porque los de primera clase comen como reyes.

—Sí, pero seguro nosotros no seremos primera clase.

—Eso sí es cierto, bien, vayamos a la cocina.

Entre los dos preparamos un gran desayuno para quedar bastante llenos antes de salir.

Nos tomó un rato el llegar, ver nuestro vuelo, abordar, y esperar a que este despegara.

—Estamos muy, muy alto...

A pesar de que ambos podemos volar a voluntad, Rena se inquietó al ver como cada vez estaba más y más lejos del suelo.

—Tranquila, todo estará bien. Nada pasara solo relájate y disfruta el vuelo.

—Pero es que nunca había estado tan alto...

—Te prometo que nada va a pasar, y si algo llegara a pasar, aquí estoy yo para salvarte.

—Gracias Cariño.

—Tenemos que tomar muchas foto para que le enseñes a las chicas y a Mamá.

— ¿Y cómo es a dónde vamos?

—Es un lugar muy hermoso, es frío y muy pacifico, además de que la casa de mi Tía está muy cerca del Lago Ness, es una inmensa extensión de agua donde se cree vive un monstruo.

— ¿¡De verdad!?

—Es solo una leyenda, una que personalmente me gusta creer.

— ¿Crees que lo logremos ver?

—No lo sé, pero contigo a mi lado mi suerte siempre es buena, así que quiero creer que sí.

—Gracias Arthur.

Fue un vuelo largo, eso no lo voy a negar, logre hacer que durmiera la mayoría del camino, mientras yo jugaba Zelda tranquilamente para hacer tiempo.

En cuanto anunciaron que ya iban a aterrizar me emocione, y también me percaté de que apenas estaba amaneciendo aquí.