Amor Digital.

Capítulo 75

Luci no sospecho nada, eso es lo importante, por su lado Lady buscaba cualquier excusa para ir a la cocina, creo que le gustó mucho la estancia de la cocina.

Ese día no hicimos nada realmente. En la noche las chicas me comentaron que escuchaban ruidos venir de su ático, por lo que decidimos ir en la mañana para ver de qué se trataba, la paranoia hizo efecto en Luci dándole la idea que había un fantasma en su ático.

— ¿En serio crees eso?

—Ya vimos uno, porque no podría ser eso.

—Luci has vivido en esa casa toda tu vida, y justo ahora, me vas a decir, que un fantasma, vio tu casa y dijo: "Saben que me voy a quedar aquí, la casa es linda."

—No... Pero...

—No seas paranoica, ya mañana veremos qué fue lo que paso.

—Está bien, ¿qué veremos hoy?

— No sé, ¿Pelusa?

— ¡Maratón de Hora de Aventura!

— ¿Todo?

—Por favor... —Pidió al hacer su mirada de borrego.

— (Condenados ojos...) Esa bien Maratón de Hora de aventura será, esto nos va a tomar un largo rato.

—Arthur por que eso. Es una serie para niños.

—Qué!?

Al escuchar eso, ambos, mi esposa y yo miramos fijamente a lucia.

—Como que una serie para niños, ¿acaso no le sabes el Lore a hora de aventura?

— ¿No... eso tiene Lore?

—Arthur, ella debe ver todo hora de aventura.

—Sí, ya me estoy dando cuenta, y con urgencia, menos mal, tenemos toda la serie con todas las escenas que censuraron.

Solo teníamos tres sillones en el cuarto de recreación, por lo que uno era de Lady, y el otro de Lucia, yo por otro lado, tenia a Rena en mis piernas, y no me quejo, como es reclinable, su peso se distribuye con el mío, y no se me es pesada, más bien me mantiene cálido, el aire acondicionado, no le tiene piedad a nadie, y como el lugar no es muy grande, a veces parece una nevera.

Increíblemente Lucia aguanto bastante y empezó a notar los detalles y todas las cosas, hasta un punto que se enganchó muy feo.

Lady por su Lado, ella si cayo en coma.

A la mañana siguiente y después de un buen desayuno y un muy cargado café, fuimos a casa de las chicas para ver qué pasaba, Rena y Lady se quedaron en casa, por lo que solo éramos Luci y yo.

—Me dijiste que en el ático ¿no?

—Sí.

—Vamos entonces.

Hoy mi esposa y Lady amanecieron con ganas de entrarle a la alta cocina, lo que quiere decir que cuando regresemos, seguro habrá algo muy delicioso esperándonos, lo que hace que todo el esfuerzo valga la pena.

Avanzamos por la casa hasta que encontré el cordón para bajar las escaleras.

—Desde cuando no subes.

—Unos cuatro años...

— ¿¡Qué!?

—Me da miedo!

— ¡Luci por Dios, debes limpiar regularmente el ático, es sentido común!

—Ese lugar da miedo, es muy oscuro y sombrío.