Capítulo 12

6.3K 350 121
                                    

La repentina petición me agarro fuera de base, si mi mente fuera un tren, este se fuera estrellado y no hubiese habido sobrevivientes.

— ¿P-Podrías limpiar mis pechos...?

Debido al calor, el chocolate se había derretido y se estaba escurriendo entre su pelaje y pechos de una manera muy sugerente debo añadir.

Nunca creí que sería la clase de chica que le gustaba esta clases de juego, pero bueno, quien soy yo para decir que no a una petición como esas, caballeros, damas, soy un hombre.

—Bueno si van a ser las cosas así entonces...

Me acerque hasta su pecho y empecé a retirar lentamente el chocolate con mi lengua, su pelaje es sumamente fino, me dejaba un cosquilleo curioso en la lengua y lo bueno es que su pelo no se cae para nada, por la buena salud que tiene.

—Esta dulce. —Comente al momento de hacer una pausa para saborear.

Ella me miraba con anhelación y ya podía escuchar como su respiración se hacía más y más pesada.

—Listo creo que ese era todo el que había.

—Aún queda un poco...

— ¿Dónde que no lo veo?

—Aquí.

Estrujando el pan, vertió todo el contenido sobre su pecho de manera abundante.

— (¡Esta chica!) —Pensé mirando como lo hacía. — ¡Aquí voy!

Me lance sobre ella y la pose en la cama para empezar a lamer todo el chocolate de sus pechos.

Desde arriba hasta abajo, subía lentamente hasta sus aureolas retirando todo el chocolate que tenía en mi camino, y así fue como llegamos al plato fuerte, enseguida empecé a chupar y lamer su pecho derecho con algo de fuerza.

—A-Arthur...

Gimiendo mi nombre, poso una de sus manos en mi cabeza en señal que no me detuviera, cosa que no pensaba hacer.

Dentro de mi boca lamia toda su aureola para con cuidado morder su pezón y levantarlo un poco.

— ¡¡Ahh!! Arthur!

Ya con uno listo, repetí el proceso con el otro, sacándole muchos más gemidos a Rena.

—Ahora si estoy seguro que lo limpie todo...

Mire el como estaba sobre la cama, ella respiraba con fuerza, sus pezones estaban erectos y su cuerpo sufría uno que otro espasmo. Rena es muy hermosa, y el que me quiera acusar de Furro o algo. no a tenido una belleza así enfrente.

En su entrepierna, su zona especial estaba chorreando un dulce líquido.

—Pero sabes justo ahora se me antoja otro sabor aparte del chocolate.

En su pesada respiración no dijo nada, solo respondió a ello separando las piernas, los tacones le daban un toque más sexy.

—Adelante... sírvete todo lo que quieras...

— Jejeje ¡Buen provecho!

Separando un poco el pelaje de su vagina, esta quedo al aire, tan rosada y brillante como la flor más hermosa de un jardín.

Enseguida empecé a lamer con cuidado toda su flor, sus dulces jugos habían bañado todo, dejando dulce todo el lugar.

Masajeando con mis manos sus piernas y nalgas, continúe lamiendo todo el lugar hasta enterrar mi lengua dentro de ella.

— ¡AH! no pares Arthur, por favor no pares...

Al escucharla solo empecé a lamerla más fuerte, dejando una de sus piernas, pose mi mano sobre su botón para empezar a acariciarlo y apretarlo.

Amor Digital.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora