Capítulo 98

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Narra Arthur.

Como ese día era viernes y no tenía trabajo me quede toda la mañana con mi esposa ayudándola en lo que necesitara para variar, debido a eso para mediodía ya todo estaba listo. Lucia estaba con Lady en su tienda, y según me dijeron cuando saliera se irían a su casa por el fin de semana, por lo que no las tendríamos en la casa un rato.

Cuando Tessa llego, sentí un escalofrió enorme en mi espalda, que desde mi punto de vista no tenía razón de ser, pero lo curioso es que mi esposa también lo tuvo a tal punto que su cola se esponjo al igual que todo el pelaje de su cuerpo.

—Amor...

—Sí, también me dieron escalofríos Reina.

— ¿Qué crees que sea?

—No lo sé, pero no me gusta, no me gusta para nada.

Nuestra hija llego actuando normal, pero note que era un poco más fría o seca con su Mamá, pero no le tome importancia, tal vez tuvo un mal día en la universidad o algo así, por lo que ni ella ni yo le tomamos realmente importancia a la cosa.

—Parece que tuvo un mal día.

—No todos puede ser buenos siempre.

—Es verdad Arthur, pero sabes, llego con un olor raro...

—A qué.

—No sé, pero no me gusto ese olor.

—Crees que ya esté cerca de madurar?

—Puede ser eso.

Para el fin de semana la cosa no mejoro, apenas si le dirigía la palabra a su Mamá y a veces cuando Rena le pedía algo la ignoraba por completo, tenía que hablarle yo para que lo hiciera, y allí si respondía de inmediato y con una sonrisa en la cara.

El domingo en la noche mientras que Rena y yo descansábamos discutimos sobre eso.

— ¿Qué crees que tenga Arthur?

—Puede que solo sea una etapa recuerda que tiene 16 a esa edad empiezan a ponerse algo rebeldes y malhumorados.

—Pero Star no es así.

—Cada cabeza es un mundo ya te lo he dicho, no todos van a actuar de manera normal, tómame a mí por ejemplo, mientras otros estaban de fiesta, yo me quedaba en cada a ver series toda las noches.

—Porque tú eres especial.

—Jeje bastante la verdad, pero eso es lo que te quiero decir. No van a crecer de la misma manera, dale tiempo, si veo que la cosa no mejora hablare con ella personalmente, no te preocupes ¿sí?, has estado muy nerviosa estos días, y mereces descansar como es debido.

—Gracias Cariño, por eso te amo.

—Y yo a ti mi zorrita.

—Creo que deberíamos bajar un poco de estrés los dos no crees...

Lo siguiente que vi es como Rena se subió sobre mi cadera para quitarse su ropa interior mirándome con sus profundos ojos.

—Por mi parte no tengo quejas. —Sonreí al besarla y apretar sus pechos. —Te amo.

—Y yo amo que me toques así...

—Rena cuando vas a dejar de lactar.

—Cuando tu dejes de beber...

—Entonces nunca. Porque no me canso de tu rica leche.

—Bebe toda la que quieras. —Sonrió al sacar pecho. —Es solo para ti.

Amor Digital.Where stories live. Discover now