Capítulo 32

3.1K 222 25
                                    

La noche fue muy tranquila para ambos, luego de unos cuantos arrumacos ambos nos acostamos a dormir, ya que el día siguiente, tendríamos que hacer limpieza en una casa el doble o triple de grande que la nuestra.

Dormir con Rena es dormir con un peluche, una manta térmica y una novia al mismo tiempo, una vez te acostumbras a las sensaciones, es lo más placentero el mundo.

Rena no se mueve mucho, solo o para acomodarse contra mi pecho, dormir sobre mi pecho, o agarrarme y abrazarme contra el suyo posesivamente, lo que deja mi cara en medio de sus pechos y pelaje, lo que si no está la habitación fría, es puto caluroso.

Por la mañana, la alarma hizo acto de presencia nuevamente, sacándome de mi violento y divertido sueño.

—Maldito aparato...

Tras golpearlo y lanzarlo contra el muro, me quite las mantas de encima para que el frío de la habitación me obligara a levantarme y lo mismo fuera con Rena, aunque con ella es que si no me siente cerca, esa es su incentivo.

—Wahhhh!!! —Bostece con mucha pereza para acercarme a Rena.

—Arriba mi Reina, mira que a amaneció.

—Cinco horas más...

—Bueno tendré que comerme el chocolate solo. —Mentí, notando como sus orejas respondía.

— ¡Yo quiero!

—Falsa alarma, pero ya que estas alerta, es hora de alistarnos, tenemos cosas que hacer.

—Eso fue muy malo de tu parte, con el chocolate no se juega.

—Lo dice la que se lo embarro en el cuerpo para que la limpiara.

Su cola se esponjo y desvió la mirada sonrojada.

—No te vi quejarte...

—Quien se quejaría si ve a su novia así. Ven pelusa, debemos darnos prisa.

—Ok.

Luego de un rápido desayuno, en el cual ella se comió casi la mitad de los panes que quedaban y de buscar que ponerle para que pudiera salir, dejamos la casa.

—Por Dios Rena, no importa que te ponga, tus pechos se ven enormes carajo.

—Es lo malo de esta forma amor. —Quejo al ver ella misma su prominente pecho.

—No diría que malo realmente, pero es que joder, me siento afortunado y a la vez me da rabia por todos los que te van a estar mirando.

La dicotomía de tener una novia tetona, culona, caderona, muslona y altota.

— ¿Y ahora a dónde cariño?

—Cierto Rena tú no has ido nunca a donde viven mis Papás, es algo lejos de aquí. Así que será mejor volar.

Creo que uso cualquier excusa para poder transformarme, pero es que en serio, doro volar, y sé que de esa forma me veo fachero y GigaChad.

Ya cambiado, la tome de la abrace con fuerza y ella a mí para enseguida alzar el vuelo.

—Se ve todo muy pequeño desde aquí.

—Parece que te gusta.

—Claro que sí, estar aquí arriba abrazada a ti es muy romántico.

—Hay que hacerlo en una noche de luna llena, eso sí sería romántico.

—La verdad lo sería mucho.

Tras avanzar una considerable distancia, localice su casa para bajar hacia ella.

— ¿Es esa?

—Sí.

Amor Digital.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora