Amor Digital.

Capítulo 101

Le dimos el aviso a todos, omitiendo claramente lo que le paso a mi hija, solo invente el que la vi por allí y ya, Lio y King se lo tomaron con seriedad, ahora estarían alertas, al igual que las chicas.

Debido a eso mismo, fui a buscar a Luci y Lady a su casa, están solas y descuidada, serian blancos fáciles, y ya no quiero tratar con una hermanita que me tenga ganas, ni con una Lady deseosa otra vez.

Ambas estaban en esa típica escena de despechos, recostadas en el sofá, mirando películas cursis viejas, y tragando helado como si no hubiese un mañana.

—Es en serio... te vas a poner así por ese tarado... eso sí que no, nos vamos de aquí.

— ¡Pero viene la mejor parte!

—Esa porquería atrofia el cerebro de las mujeres, lo que menos necesitan ahora es ver es un amor cursi he imposible que se extiende por años, solo para que a la final se case y sean felices, para eso me pongo ver las películas de las princesas de Disney cuya moraleja secreta es, conseguirte un marido con mucha plata y un castillo.

Las abrigue a las dos para salir de la casa cerrando con seguro antes de volver a la nuestra.

—Ya regrese.

—Lady, Arthur me contó, ¿qué fue lo que sucedió?

En cuanto ambas se vieron, Lady avanzo hacia ella para abrazarla en busca de cariño.

—Ay amiga que fue lo que paso...

—Arthur podrías decirle tú... yo no me atrevo...

—Haa... ok, pero será mejor que nos sentemos, ya ambas la sostengan muy bien.

Como dije antes, si yo casi lo mato, Rena si lo hubiese hecho, y en cuanto le dije, se enfureció tanto, que tuve que pararla yo, ya que las chicas no pudieron siquiera retenerla en el sofá.

—Mami tienes que calmarte.

— ¡Cómo quieres que me calme!

—Rena ya me hice cargo de ese bastardo, no se acercara nunca más a Lady no te preocupes.

—Dime que sufrió.

—El y su auto, escucha no es momento para eso, debes darle animo a Lady, es su primer despecho, por lo tanto el más difícil, necesita tu ayuda.

—... Está bien, tienes razón.

—Hermanita necesito tu ayuda en la cocina.

—Claro.

—Ya volvemos.

Deje que Tessa y Rena se hiciera cargo de ella, para poder hablar con Luci tranquilamente.

— ¿Qué ocurre Arthur?

—A la final ambos nos equivocamos con Tessa.

— ¿Nos equivocamos?

—Así es, no era ella ni su desarrollo los culpables de su actitud.

— ¿Y entonces?

—Lilithmon lo hizo.

En cuando dije ese nombre, Luci trago fuerte para verme a la cara.

— ¿Lilithmon?

—Así es, está aquí en la ciudad en alguna parte, y no sé qué habrá hecho, pero no la puedo detectar con mi Digivice.

— ¿Cómo lo supiste?

—Ahh... quisiera ahorrarme el que paso anoche, pero, metió a mi hija en todo esto, ella misma me lo dijo, Lilithmon se le apareció y la engatuso, por eso actuaba de esa manera.