Capítulo 1.1

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Damien

Había nacido para ser un alfa y quería ser el mejor, para que mi madre donde quiera que estuviera se sintiera orgullosa de mí. La había perdido muy pronto y su ausencia se sentía cada día, con el tiempo fue llevadera, pero siempre presente.

No quería una compañera. Implicaba tiempo y realizar muchos cambios y no quería eso para mí, quería seguir manejando mi manada también como lo estaba haciendo y por lo que una compañera representaba un estorbo, amenos de que fuera alguien fuerte, inteligente y sabio.

Estaba dejando Yakutsk y me dirigía a Krasnoyarsk, el día de mañana sería la ceremonia de Andrey, el tercer hijo de Santiago y Rosan, cuando llegue todo se encontraba tal como lo recordaba solo que ahora Rossan le había dado un toque más elegante sofisticado a la propiedad.

— Alfa sombrío - me saludaron apenas ingrese.

Asentí con la cabeza mientras avanzaba y dejaba todo atrás, Santiago y Rosan estaban dando uno de sus espectáculos empalagosos donde Santiago parecía un pulpo con las manos puestas sobre Rosan, mientras ella solo sonreía y le correspondía la intensidad del beso, este par no se cansaban de ser adolescentes hormonales y fastidiarnos con sus escenas de amor público, lo peor es que ya tenían tres estorbos y si seguían así pronto tendrían el cuarto estorbo.

— Mamá – llamo Darko a Rossan y ella se separó de Santiago mientras este hacía caras.

— Dime, amor – le dijo ella mientras se acercaba a él.

— Alek, me sigue a todos lados y no quiero – se quejó.

— Mi amor, tu hermano solo quiere pasar tiempo contigo, tenle paciencia y no seas grosero.

El niño solo asintió, mientras Rossan le beso la cabecita y después se fue a su cuarto, Santiago agarro a Alek del buzo para evitar que se fuera detrás de su hermano, Rosan se lo quito mientras lo reprendía con la mirada y abrazaba a su hijo, Santiago solo le sonrió dulcemente mientras le daba un beso. Molestos.

— Hola, Damien, que bueno verte – me saludo Rossan mientras se aproximaba a mí y me daba un beso en la mejilla.

— Rous – le dije correspondiendo su saludo —. Ceremonia de presentación, es necesario que todos estemos.

— Si – dijo emocionada – casi toda mi familia viene y esto muy emocionada porque conozcan a mis niños en su esencia – dijo feliz.

— Voy a terminar de cuadrar todo, para que salga perfecto – le entrego a Alek a Santiago mientras se despidió de ambos —. Cuida a los niños, para que no hagan alguna travesura – le dijo y este solo asintió.

Yo solo lo miraba sin emoción, intentando comprender como mi hermano, el alfa Oscuro, se dejaba mandar de su compañera. Él solo me miro molesto mientras se dirigía por sus hijos.

Después de arreglar algunos asuntos del trabajo, termine por quedarme dormido, el día de la ceremonia transcurrió normal, mientras me sumergía en papeles y reuniones, por lo que no me di cuenta de que el tiempo de hacer el ritual se acercaba y no estaba en el lugar, así que deje todo a un lado mientras me aproximaba al lugar.

Leilani

El amor mueve el mundo. Era lo que pensaba y decía contantemente, a mis 18 años había leído numerosas novelas románticas que ponía mis expectativas de amor muy altas. Quería mi historia única y hermosa, pero siendo realistas era muy difícil que la consiguiera, pues la genética me había dotado de un cerebro privilegiado. Así que cuando empezaba a hablar con alguien no me entendían lo que decían y con el tiempo me evitaban.

2. El alfa sombríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora