Capítulo 3.5

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Damien

La noche transcurrió con prisa y la madrugada llego. Leilani tenía sueño, así que me dispuse para irme.

— Deberíamos ir a terminar de beber en la laguna, para ver la luna – dijo un Benedikt muy borracho.

— Sí – lo siguieron todos, Leilani jalo mi buso para llamar mi atención.

— Hombre guapo, yo si te espero dormidita en la habitación.

— Entonces nosotros nos quedamos – demandé.

— No, Damien vamos como en los viejos tiempos y hablamos de bobadas borrachos – dijo un muy ebrio Boris, yo solo mire a Leilani.

— Ve tú, yo iría, pero tengo mucho sueño – dijo con un puchero adorable.

— ¿Segura? – le pregunté con duda.

— Segura – me respondió.

— Ya vuelvo, voy a dejar a Leilani.

— Nosotros vamos a comprar más licorrrrr – dijo Boris mientras todos se reían.

Lleve Leilani hasta la habitación, donde se cambió por su pijama de unicornio y se acostó abrazando a su pulpo, la arrope y le acaricie el cabello, estaba tan cansada que se quedó dormida, apenas toco la cama.

Baje y me estaban esperando, nos dirigimos hacia la laguna donde el reflejo de la luna hacía ver todo de forma tranquila. Las charlas bobas entre risa transcurrieron mientras 10 botellas de wiski fueron desocupadas unas tras otra.

— Vamos a bañarnos – dijo Camil con emoción.

— Siiiii - apoyaron todos mientras Camil se lanzaba a la laguna y los hermanos Vasiliev la seguían junto con Boris.

— Ven Damien – me llamo, esta tipa estaba loca si pensaba que me iba a bañar solo porque si y mojarme sin motivo.

Los deje a tras mientras me sentaba en una roca a esperar. Ania se aproximó hacia mí, no había saltado tampoco hacia la laguna.

— ¿Por qué no fue Ania? – le pregunté con duda, ya que se sentó con su cara aburrida al pie mío, la gente y sus dramas.

— No sé nadar – respondió, me quede en silencio.

— Alfa – me llamo y la volteé a mirar – ¿algún día dejará de vernos cómo desertores?— preguntó con esperanza.

— Desde hace mucho los dejé de ver así – la verdad los desertores habían sido bastante responsables en sus tareas por lo que no tenía quejas y Ania era amiga de Leilani así que no me caía tan mal.

— ¿Boris lo sabe? – pregunto con duda sin querer la respuesta.

— Si – le respondí con simpleza.

— Lo entiendo – dijo triste —. Hasta mañana alfa - se levantó y se fue.

Después de un rato los borrachos salieron del lago con frío y titiritando, en fin, la gente y sus estupideces sin sentido común, es de noche y está haciendo frío y se bañan en un lago, les falta sentido común.

— Mierda el agua estaba muy fría – se quejó Mikhail mientras todos empezaban a quitarse sus ropas mojadas.

— Damien me puedes prestar tu buzo – dijo Camil, la miré de forma irónica, que fastidio, para qué se mojaba, si no iba a soportar el frío.

Me quité el buzo y se lo di, después todos partimos hacia la mansión, cuando llegue mi niña hermosa seguía dormida y abrazada a su peluche, me duche para quitarme la suciedad y me puse las pantalonetas para dormir, me metí en medio de las cobijas y me aproxime a ella.

2. El alfa sombríoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt