2. El alfa sombrío

Capítulo 2.10

 Al otro día, me desperté con una sonrisa boba. No encontré a Damien en el desayuno, así que asumí que se tuvo que ir temprano por su trabajo. Me puse un jean con un crop top color vino de mangas largas, zapatillas blancas y un saco largo de lana café claro.

— Saliste muy linda en la foto – dijo Arman viendo un periódico.

— ¿Qué foto? – no entendía a qué se refería.

— Esta foto— me mostró la noticia. No podía creer lo que veía en la foto, salíamos Damien y yo, en el teatro, en una pose bastante cerca, que se podría malinterpretar.

La nueva conquista del magnate de las finanzas, decía el titular. Damien Manrique se presentó, en el Teatro Bolshoi, con una joven, se mostró bastante interesado en ella. Era justo lo que decía la noticia y mis nervios iban en aumento si mi papá se entera de seguro se iba a molestar.

— ¿Esta noticia es mundial? – pregunté con duda.

— Si – sonrió él —. Pero tranquila, Damien se encargó que solo estos ejemplares salieran, el resto se canceló – me aseguro Liam.

— Bien – dije mientras me sentaba. No entendía por qué tomarse tantas molestias con las noticias, a menos de que algo estuviera ocultan. Lo cual dejo cierto malestar en mi corazón.

La clase de la mañana trascurrió con normalidad y después almorcé con Zoé y Megan, la última no parecía tan sangrona como me lo imagine, era agradable pero un poco irritables a veces.

— Ahora si cuéntanos del hombre que te recogió el otro día, porque madre de dios está muy bueno – dijo Megan con entusiasmo en tu voz.

— Se llama Damien y es el hermano del novio de mi hermana.

— Es muy apuesto hasta a mí que me gustan, las mujeres me pareció atractivo – dijo Zoé.

— ¿Es tu amigo?, ¿más que amigos?, ¿amigovio o novio?

— No lo sé, estamos llevando las cosas con calma – después recordé el beso y me sonrojé.

— ¿Pero te gusta? – preguntaron con intriga

— Claro que me gusta – les respondí, porque vamos a quien no le gustaría un hombre así.

— ¿Y tú le gusta?

— Creo que si, porque me beso – les respondí y ambas gritaron con emoción, así que todos nos voltearon a mirar con molestia, nos disculpamos y seguimos con la charla.

— ¿Y besa tan bien como se ve? – pregunto Megan quien era la más chismosa.

— Besa mucho mejor de lo que se ve – le asegure.

— ¿Y cómo fue el beso?

— No, más bien cuéntenme de ustedes, tienen a alguien – les dije para que dejaran de preguntarme.

— Yo tengo novia, llevamos 1 año, ella se llama Adel, estudia en Tver así que manejamos una relación a distancia, pero nos va bien.

— ¿Y tú? – ambas miramos a Megan.

— E... e... yo.

— Si tú.

— Me gustas alguien, pero no sé si le gusto.

— ¿Quién es? – no respondió.

— ¿Lo conocemos?

— Sí.

— Entonces si los conocemos es alguien del curso o Adrien – dije poniendo un poco de lógica, la vi y ella se sonrojó.

— Es Adrien – gritamos Zoé y yo y nos volvieron a callar.