Capítulo 3.2

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 No podía dejar de ver lo lindo que era mi anillo de compromiso, jamás me imagine que Damien me pidiera matrimonio, pero era tan feliz que llevaba una semana entera con esta sonrisa en mi rostro.

La primera en enterarse de mi compromiso fue Indira quien grito y casi me deja sorda por teléfono, mis hermanos no se lo tomaron con mucho agrado, pero terminaron aceptándolo, mi mamá estaba feliz porque uno de nosotros se iba a casar y mi papá se sorprendió, pero al final cedió ante mi felicidad, el resto de mi familia se lo tomo con sorpresa, pero felicidad.

La tía Galia diseñaría mi vestido de matrimonio y las demás primas ayudarían en toda la organización, por lo que en un mes tendría mi boda, solo invitaríamos a familiares y amigos cercanos.

Ahora me encontraba empacando mi maleta para asistir al festival de Ulán-Udé. Termine de organizar todo, había querido asistir al festival, porque aseguraban que era un desfile de colores y diversión. Le pasé mi maleta al hombre que entraron por la de Damien y baje al encuentro con mi hombre guapo.

Él me esperaba en el interior de la camioneta y aunque íbamos solo los dos atrás me acomodo en sus piernas mientras partíamos hacia el avión que nos acercaría al lugar, por suerte Ania asistiría también, así que el viaje se me hizo corto mientras hablaba con ella y Damien organizaba unos negocios con el Beta.

Cuando llegamos al sitio, unas camionetas nos estaban esperando para llevarnos al lugar, donde el despliegue de color de los árboles y flores era impresiónate los colores variaban en la gama de tonos fríos.

— Alfa y luna sean bienvenidos – nos recibió el Beta Ilias

Quien dispuso que llevaran nuestras maletas hacia la hermosa propiedad que se apreciaba al fondo.

— Damien qué alegría verte – dijo una suave voz de una mujer que se arrojó a los brazos de Damien mientras la saludaba

¿Esta tipa quien es?. La mujer tenía aproximadamente unos 28 años, su tez era blanca como porcelana y tenía una cabellera rubia larga, con unos ojos color avellana con toques verdes, era muy linda y su cuerpo tenía curvas en los puntos indicados.

Disimule la molestia que me genero su abrazo hacia Damien. Acaso a este no era que no le gustaban los abrazos y ahora viene y se abraza con esta y para colmo de males le sonríe. Era un traidor

— Camil qué alegría verte – dijo el traidor con entusiasmo mientras se separaba de ella.

— Sí, volví hace unas semanas para el festival y como ya terminé mis estudios pienso quedarme – dijo la tal Camil esa mientras le sonreía abiertamente. Hasta la sonrisa era linda que rabia.

— Qué bueno, la manada te necesita – dijo el traidor. Es que acaso que hacía tan brillante que la manada la necesitara.

— ¿Y tú como has estado?, tenemos que ponernos al día – dijo la muy cínica mientras Damien solo asentía. Adonde se había ido mi hombre frío con todo el mundo, menos conmigo.

— Mira, te presento a mi hermosa Luna – por fin se volvió a acordar que existo mientras que presento a la cínica.

— Mucho gusto luna, mi nombre es Camil Kuznetsov, la hija del Beta de esta región y amiga de Damien – le volvió a sonreír mientras lo mencionaba y me extendía la mano.

— Un gusto, mi nombre es Leilani O'Brien – le tomé la mano para el saludo mientras le sonreía de manera hipócrita a esta mujer que, aunque no me había hecho nada, el gusano de los celos ya había hecho sus estragos en mí.

— Boris, qué alegría verte a ti también.

Saludo al Beta con un abrazo, pero no tan efusivo como el que le dio a Damien, después los tomo a cada uno de un brazo mientras los guiaba al interior de la propiedad, Ania y yo intercambiamos miradas de ¿quién putas es esta vieja?, mientras seguíamos al par de traidores que nos habían abandonado.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now