Capítulo 3.4

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No me gusta hacerlas sufrir así que por eso les publico el capítulo

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Damien

Los hermanos Benedikt y Mikhail Vasiliev. Lobos de alto combate y excelentes amigos, nos habíamos conocido durante mi entrenamiento en esta región y después completaron su entrenamiento conmigo en cada una de las regiones. Eran grandes amigos de Camil, por lo que a través de ellos la había conocido.

— ¿Hace cuando llegaron? - preguntó Camil a los hermanos.

— Llegamos hoy y vinimos de una a la feria - menciono Mikhail.

— Qué bueno los extrañé mucho - dijo mientras los abrazaba.

— Y nosotros a ti - respondieron de vuelta.

— Entonces, ¿cómo termino lo de Yuri? - preguntó Benedikt.

— Al final me reto y perdió, pero dio una buena pelea - dije con simpleza, no me gustaba alardear de la muerte de Yuri porque en inicio fue un buen guerrero.

— Nos enteramos de que utilizaba magia a través de una bruja.

— Sí, fue un suero bien elaborado, por suerte mi luna y la luna de Tyler encontraron la solución - dije recordando el gran trabajo que había hecho las dos hermanas.

— Verdad que ya tenemos luna - dijo Mikhail con emoción —. ¿Dónde está?

Voltee a mirar a mi derecha, pero ya no estaba Leilani por ningún lado, deje a los demás atrás mientras me apresuraba a buscarla, pero no podía detectar su olor, el desespero llego a mí, conociéndola, fue que vio algo que le llamo la atención y se fue hacia ese lugar y yo tenía su puto celular porque ella no quería llevarlo.

Le di la vuelta a la feria, como tres veces y no la encontraba, la angustia era palpable, hasta que vi un niño con su peluche, en todos los juegos solo había un puto oso de ese tamaño y yo se lo había ganado para ella.

— ¿De dónde saco el oso mocoso? - llegue hasta donde el niño que tenía el oso y se lo arrebate.

— Me lo regalaron - contexto mientras empezó a llorar.

— ¿Quién? - le pregunte con molestia.

— Ella - señalo hacia la banca donde estaba mi niña hermosa sentada, la tranquilidad volvió a mí y fui corriendo hasta donde ella, pero el mocoso me jalo el peluche.

— ¿Alfa ocurre algo? - pregunto una señora llegando hasta donde estaba el niño.

— Mamá, el robo mi oso - dijo el niño en llanto sin soltar el oso mientras me señalaba.

— No, es cierto, él se robó el oso - le refuté al niño.

— No es cierto - empezó a gritar.

— ¿Que sí? - demande, este mocoso ya me estaba sacando de mis casillas.

— Lo siento alfa es un niño - se disculpó la madre del mocoso.

— ¿Damien que haces?, yo le di el peluche al niño - dijo Leilani a mi lado mientras me miraba, tenía los ojos llorosos y se volvió hacia la banca, solté el oso y la seguí.

— ¿Qué pasa mi niña hermosa?, ¿alguien te hizo algo? - le dije de forma tierna mientras me sentaba y la acomodaba en mis piernas.

— No - dijo con tristeza.

— ¿Entonces? - permaneció en silencio y eso solo aumentaba la tención -. Leilani tienes que decirme las cosas, porque para esto de los sentimientos, no soy tan bueno.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now