Capítulo 3.19

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No me iba a dejar más de la gente de esta manada. Así que me bañe y aliste muy rápido, para molestar más al par de estúpidas. Me puse lencería de encaje color lila, el sostén consistía en un corcel, con un encaje en los bordes para que quedara visible por encima de la ropa. Complete mi atuendo con un vestido uva corto pegado al cuerpo, en el que la parte de mi busto quedaba un poco a vista el corcel de color lila, me puse unos tacones y me maquille un poco.

Cuando baje entre al comedor con seguridad, era la luna de la manada y dos simples omegas no me iban a afectar. Así que todos me abrieron paso hasta que llegue al comedor.

Damien se encontraba aburrido y con desinterés respondiendo correo en su celular, mientras que la estúpida de Camil le hablaba animadamente y le tocaba el brazo.

— Buenas noches – saludé a todos en la mesa.

Damien despego la vista de su celular y poso sus deslumbrantes ojos en mí, me veía con adoración y con hambre mientras yo avanzaba a mi puesto, que era al pie suyo, así que me tendría que quedar de frente a la estúpida de Camil.

Cuando estuve cerca de él, le sonreí con coquetería y él solo me seguía mirando con su penetrante mirada, así que termino por tomar mi mano y sentarme en sus piernas.

— Espectacular – me dijo con voz ronca en mi oído, mientras dejo un beso en mi marca.

Después dejo beso en mi cuello mientras su mirada se perdía en medio del encaje color lila que se alcanzaba apreciar en mi escote.

— El color lila en ti, es mi obsesión favorita – dijo sin despegar la vista de mi escote y acariciando suavemente el borde del corcel con sus dedos.

Yo solo levanté mi cara hacia Camil que miraba la escena tratando de ocultar su desagrado, le sonreí de forma hipócrita y ella me devolvió la sonrisa de forma tensa.

Cuando la comida llegó trate de irme a mi puesto, pero Damien me lo impidió, reteniéndome en sus piernas mientras empezaba a comer tranquilo, yo le sonreí de forma tímida.

— Vamos a comer como hacíamos en nuestra luna de miel – dijo de forma suave mientras me daba una cucharada de la comida.

Yo solo asentí mientras empezaba a darle de comer a él, nos olvidamos por completo que estábamos rodeados de personas que nos miraban de reojo con asombro, pero nosotros solo nos reíamos cómplices mientras comíamos.

Cuando el postre llegó la mujer me paso mi cheesecake y empecé a comerlo de forma animada, mientras Damien solo esperaba paciente a que le sirvieran el de él.

— ¿Dónde está mi postre? – le preguntó Damien de forma fría.

— Alfa, como no come postre, no le servimos – dijo la muchacha con miedo.

— Tráigamelo – le dijo de forma fría e intimidante.

La mujer solo asintió y se fue. A Damien no le gustaban los postres, pero desde que yo volví, él solo pedía el postre para que yo se lo terminara robando. Cuando su postre llegó yo tomé una cucharada pequeña y se lo ofrecí.

— Come un poco – le dije en tono dulce.

El solo tomo la cuchara y la paso por mis labios, después me dio un beso suave donde podía probar su sabor.

— Delicioso – dijo con su sexi voz.

La cena terminó y cuando nos recogieron todo solo nos pusimos de pie.

— Vamos a una reunión de negocios— me propuso Damien. Yo solo asentí mientras nos dirigíamos hacia su oficina.

— ¿Alfa me necesita para la reunión? – le preguntó Nadia.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now