Capítulo 3.21

24.9K 1.2K 171
                                    

Feliz domingo, que disfruten la lectura 

******

Cuando la hora de partir hacia el siguiente rumbo llego, todos los integrantes de la manada se encontraban en forma de lobo, me quede de pie junto a la cabaña sin saber qué hacer. Un lobo marrón tomo mi morral con sus dientes y después agacho su cabeza mientras se retiraba, era Leonid él siempre mantenía pendiente de mis cosas, posteriormente todos se empezaron a marchar. Así que terminé por amarrar a Lilito en mi morral lila y me lo puse mientras esperaba pacientemente.

— Leilani – me dijo Ania mientras se ubicaba a mi lado.

— Hola Ania, ¿Tú sabes que sigue? – le pregunté curiosa.

— Sí, partimos hacia el siguiente punto, pero es en forma de lobo – me garantizo.

— ¿No podemos ir en carro?

— No, el lugar para donde vamos no tiene vías.

— ¿Entonces tú también te trasformas? – le pregunté curiosa, no sabía qué hacer si yo no era loba, me tocaría irme a pie.

— Lo intenté, pero sentí una molestia en mi vientre, así que le pedí el favor a uno de los omegas que me llevara en su lomo – me dijo preocupada.

— ¿Sangraste o algo así? – le pregunté preocupada.

— No Leilani o sino si estaría muy asustada.

— ¿y quién es el lobo? - pregunté curiosa.

— Es Wert, se ofreció a llevarme.

— Que bien Wert es un buen muchacho, siempre va por su hermana al colegio.

Cuando el lobo gris se paró frente a Ania supe que era Wert porque se agachó para que ella se subiera, yo la ayude con sumo cuidado mientras le decía a él que intentara ir despacio.

Después todos se acomodaron en filas que iban saliendo en intervalos de 15 minutos. Cuando el imponente lobo blanco apareció todos le abrían paso de forma rápida, yo solo sonreí mientras sombra se acercaba a mí y después se agachaba para que me subiera a su lomo.

— Hola lobito lindo y hombre guapo – los saludé con entusiasmo mientras me subía a su lomo.

— Mi niña hermosa – me saludo Damien.

Mi dulce luna – me saludo sombra.

Cuando me acomode Sombra se puso de pie y empezamos a correr de forma rápida, la velocidad era impresionante mientras el bosque se iba haciendo más espeso, temía que en cualquier momento terminara por estrellarnos contra un árbol, pero no, Sombra lo hacía con una agilidad mágica y envolvente.

Cuando llegamos al sitio varias carpas se encontraban acomodadas en el lugar, Sombra se agachó para qué me baja, así que lo hice mientras observaba como la mayoría armaban sus carpas y otros prendían varias hogueras.

— Mi luna – me dijo Leonid mientras me ayudaba con mi pequeña maleta.

— Gracias Leonid, ¿Qué tengo que hacer? – pregunté al ver que todos trabajaban como hormiguitas.

— Nada mi luna, Garald ya se está encargando de su carpa – me dijo él mientras me indicaba el camino.

Cuando llegue al sitio me di cuenta de que la carpa era grande, así que Garald me indico que siguiera, me quite los zapatos y avance, en su interior había una parte aislada que era la habitación con cama con un colcho inflable perfectamente tendido y había una sala de espera con mesa con sillas y mis cosas se encontraban organizadas en una esquina, de la habitación.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now