2. El alfa sombrío

Capítulo 1.2

Después de que papá dejara todo listo partimos desde Liverpool hasta Novosibirsk, por suerte viajábamos en el jet privado de la familia, lo cual facilitaba nuestro viaje.

Rossan nos insistió para que nos hospedáramos en su casa, pero papá no quiso porque no le agradan los lobos, mucho menos las manadas, así que nos quedamos en un hotel de la ciudad y aprovechamos para dar una vuelta por esta.

Como la ceremonia se realizaba en la noche de luna llena, nos dio tiempo de sobra para arreglarnos, el sitio quedaba a 3 horas de la ciudad, pues era un bosque mágico, el cual era el epicentro de la manada.

Me vestí con un vestido corto búster de color verde esmeralda que resaltaba el color de mis ojos, me deje el pelo suelto con ondas al final y lo decore con un broche plateado con forma de hoja compuesta.

Después partimos en una camioneta que nos llevaba a nuestro destino. El lugar estaba escondido ante el ojo humano, por lo que solo miembros de la manada sabían su ubicación, en nuestro caso mandaron a uno de sus miembros a que nos recogiera.

Cando llegamos Rossan nos recibió con un abrazo.

— Hola, qué alegría verlos – dijo feliz.

— Con todo el gusto, cariño – respondió mi padre.

— Sigan el resto de la familia los está esperando – dijo entusiasmada mientras nos guiaba al interior del sitio.

Nos guio hasta donde estaba nuestras tías y primos y primas, salude a Alexandra mi prima favorita y después nos pusimos a platicar sobre la ceremonia, ellas ya habían estado en la de Alek el segundo hijo de Rossan y Santiago, pero para mí era mi primera vez en este lugar, el cual era mágico, yo me encontraba feliz de estar aquí.

— ¿Cómo les fue en el curso de Bioprospección? – preguntó Alexandra.

— Muy bien, fue estupendo, quiero iniciar una investigación con una de las orquídeas mágicas de la abuela del género Cattleya, pero todavía no decido la especie, tendré que investigar más – dije muy entusiasmada.

— Estupendo, si encuentras algún uso importante, podremos desarrollar prototipos en el laboratorio – dijo mi prima feliz.

— Yo, por mi parte, quiero irme a Colombia, en las amazonas hay una especie de Reptil que quiero estudiar, familiar de la Rana dorada, pero es casi imperceptible, así que encontrarla es mi reto – dijo mi hermana hablando del viaje que había planeado por días.

— Cualquier avance estaremos en contacto, por el momento Alison está cerrando un trato en Estados Unidos con el último fármaco que creamos para controlar en un 99% los problemas cardiacos – dijo Alexandra.

— Y ¿cómo les termino de ir con el proceso de las patentes? – pregunte, pues este medicamento estaba diseñado con una planta única que crecía en Suecia, por eso mi hermana y yo tardamos tanto en su diseño era una Convallaria majalis pero con magia en su interior.

Las patentes no eran un problema para nosotros, pues todos nuestros productos estaban diseñados con platas mágicas, las cuales solo se presentaban a seres mágicos, sin embargo, teníamos que siempre asociar sus beneficios al familiar más cercano de la especie para evitar temas legales.

Alexandra, Indira y yo nos encargamos de la parte investigativa y Alison de los negocios y la administración, entre las cuatro manejábamos la empresa que nos dejó la abuela, la multinacional Masdevallia, la cual era dirigida por nuestra tía Dariela que era una bióloga experta, Alexandra era Bióloga genetista, Indira era Herpetóloga y Toxicóloga, Alison era economista y matemática y yo era Bioquímica y Botánica, cada una de nosotras éramos las mejores en nuestra área.