Capítulo 1.4

39.5K 2.3K 298
                                    

Había pasado una semana desde lo el incidente de los mates, la familia en general no entendía muy bien todo el asunto, así que tratamos o bueno trate de tranquilizarlos diciéndoles que todo estaba bien y si en algún momento algo malo pasaba nos pondríamos en contactos.

Los mensajes llegaban todos los días uno tras otro, a todos le respondía que todo estaba en orden hasta el momento el que más me llamo la atención fue el de Alexandra.

Alexandra: ¿Ya te fuiste con tu mate?

Leilani: No, según dicen, sigue ocupado.

Alexandra: No me agrada ese hombre, voy a buscar la forma de librarte de él.

Leilani: Déjame conocerlo primero, si es muy malo vemos que hacer.

Alexandra: Igual voy a ir investigando.

Leilani: Está bien cuídate.

Después de eso seguí en la investigación sobre el componente fitoquímico de una Cattleya magic lilac, por suerte Tyler es un encanto y nos facilitó dos computadores, lo que nos permitía trabajar en la investigación inicial.

Mi hermana, por su parte, no se la ponía fácil a Tyler y me reía bastante porque, aunque quiere negarlo, le gusta el lobo.

— ¿Encontraste algo sobre los alcaloides? – pregunto mientras entraba a la habitación.

— Sí, ya encontré algo.

— Quisiera estar ya en las amazonas, pero tengo que estar aquí en este sitio que rabia – dijo con dramatismo

— ¿Por qué no le dices a Tyler? Él es superbueno, de seguro va contigo – dije mientras continuaba tecleando en el computador.

— Es un lobo, mantiene con su manada, además quiero ir sola.

— ¿Y ya te marco? – porque en lo que habíamos averiguado cada lobo mordía a su compañera en el lado derecho y ahí se hacía una especie de tatuaje, que se conocía como marca.

— No lo he dejado a un que constantemente quiere hacerlo, es muy gracioso ver su frustración— lo decía con una sonrisita traviesa mientras terminaba de digitar algo en el computador.

— ¿Y esa sonrisita? – dije curiosa.

— Él me gusta. Vamos, es guapísimo, tiene un cuerpo de infarto y una carita hermosa – después su sonrisa se perdió, así que sabía que venía lo que no le agradaba - pero no quiero perder mi libertad, además tiene a alguien.

— Y estás celosa – dije refiriéndome a lo obvio.

— Tal vez un poco, pero nunca se lo demuestro, me encanta hacerme la digna.

— Eres un caso, pero en fin tú sabes mejor que nadie como manejar a los hombres— ella asintió - vemos una película y después nos dormimos.

— Si dale ya estoy cansada de tanto leer.

Después de ver una comedia romántica y reírnos un rato, el sueño nos venció.

Damien

Me levanté de la cama de Katia, mi amante desde hace mucho tiempo, su cuerpo era voluminoso y tenía la madures que me gustaba en las mujeres.

— ¿Te vas ya? – pregunta mientras se desperezaba de la cama y se ponía su ropa.

— Quería decirte que me pienso ir por un tiempo de la manda – la ignore como siempre.

— Entonces no sé cómo manejaremos lo de nuestro noviazgo – qué estupideces estaba diciendo Katia.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now