2. El alfa sombrío

Epílogo 1

Narrador omnisciente

Un alfa sombrío corría en buscando de su mate, encontrándola sumergida en la inconsciencia. Toda la manada revoloteo en busca de una explicación, al encontrar dos cuerpos inconscientes junto a una pequeña niña que no daba explicaciones.

Cuando ambos cuerpos inconscientes se encontraban estables, la manada contemplaba que todo volvería a la normalidad, sin contar con que la noche cada vez se hacía más oscura y turbia, trayendo en su camino al peor de los males que un alfa frío y su manada, podía soportar.

Los rumores de que la menor de los cisnes negros se encontraba en la inconsciencia se regó como pólvora en todas las manadas, alertando a los 5 hermanos Manrique. Tyler intento tranquilizar a su mate diciéndole que su hermana estaba bien, pero si atacan a uno de los cisnes, la bandada ataca en colectivo.

Esteban y Alexander se encontraron con Indira en el centro de la ciudad, tomando camino hacia la manada donde se encontraba su hermana, el viaje se hizo, apenas se enteraron de lo ocurrido y pronto la noche anunciaría su fin.

- Ella ya está bien, solo está inconsciente - menciono Tyler.

Pero el silencio de prólogo, hasta que llegaron a la manda. Entonces los 3 hermanos corrieron en busca de su pequeña hermana, no hubo necesidad de que nadie les dijera el camino, pues su puro instinto los guio, encontrándola dormida en la cama con una venda rodeando su cabeza.

- Pequeña estás bien - empezó a llorar una desconsolada Indira.

Entonces Esteban tomo a su pequeña hermana en brazos y empezó a bajar las escaleras con sus dos hermanos a los costados, pero el alfa de la manada los intercepto.

- Ustedes no se la pueden llevar de aquí - rugió Damien poniéndose en posición de ataque.

Esteban entregó a la pequeña a los brazos de Alexander y se posicionó para atacar al alfa.

- Ella se va con nosotros - demando el mayor de los hermanos.

Se encuellaron entre ellos demostrando que el poder de ambos era indescifrable, los demás miembros se preparaban para defender a su alfa y los hermanos se prepararon para defender al suyo, Tyler se dividía entre su hermano y su mate, primando en él, el instinto protector de defenderla a toda costa.

- Por favor tratemos de mantener la calma - trato de aligerar el ambiente, la luna de la manda oscura, la cual había llegado acompañada del alfa supremo y sus 3 hermanos menores.

El alfa supremo ordenó que todos desocuparan la estancia, quedando solo las familias involucradas en ambos casos.

- No pueden llevársela, eso la terminará debilitando y en su condición no hay que exponerla ante ningún peligro por más mínimo que sea - pronuncio Rossan, la cual había leído tanto sobre la historia de los lobos que sé las sabía como si fueran leyes.

- Esa parte está por cambiar.

Anuncio, la diosa amazónica, entrando en la estancia con elegancia y superioridad que desprendía con su sola presencia, llevaba 2 escoltas que cubrían cada uno de sus lados y con ella traía al elemento de fuego y agua, que corrieron a revisar a la pequeña inconsciente

- Hola Rous - saludaron las tres recién llegadas.

- Hola, mis lobitos lindos - culminaron saludando a los 3 lobos menores.

- Hola tías - saludaron los tres al unísolo.

- Ella está bien, Alexandra solo inconsciente, no detecto ninguna anomalía en su cuerpo, solo la contusión de la cabeza - dictamino Samanta, el elemento fuego.