2. El alfa sombrío

Capítulo 3.35

Mi hombre guapo se veía muy apuesto con su traje azul a la medida, el corbatín azul lo hacía lucir impecable y sobrio. Yo solo le sonreí mientras me acercaba a él.

— Estupenda – dijo cuando me vio y dejo un beso en mi marca.

— Te ves muy apuesto hombre guapo – dije mientras lo detallaba.

Terminamos de acomodarnos para después empezar a salir, el sonido de unas trompetas anunció la salida. Los primeros en salir eran Santiago y Rossan en compañía de sus tres hijos.

Después seguíamos Damien y yo. Estaba tan nerviosa que mi hombre guapo, solo me tomo fuerte de la cintura indicándome que caminara. Cuando atravesamos las puertas, los miembros de todas las manadas nos observaban de forma intrigada y respetuosa. Damien me ubico junto a su luna y escudo y después esperamos que los demás ingresaran.

Mi hermana entró con imposición y Tyler solo se sentía confiado y feliz con ella a su lado, así que sonreía mientras caminaba con seguridad y poder. Ellos se terminaron por ubicar en su luna y escudo. Después solo ingresaron Arman, Liam y Nick quienes solo se pararon junto a su luna, pero sin su compañera.

Cuando la música de entrada llego a su fin, los tres hijos de Rous y los tres Manrique menores se retiraron a la mesa principal y los demás nos preparamos para el baile inicial del eclipse lunar.

Damien me tomo con seguridad de la cintura y yo solo le tomé la mano, mientras que la otra la ubicaba con decisión en su hombro. Las luces se apagaron y el techo se corrió de forma precisa para dejarnos iluminados con la luna y las estrellas.

— Tengo miedo de no ser lo suficientemente luminosa – le dije mientras lo miraba con nervios.

— Eres excepcional. Así que brillaras como lo que eres, mi luna, la razón de mi existencia y mi salvación de la oscuridad - me dijo Damien y yo solo sonreí.

La música empezó a sonar y nosotros solo empezamos a danzar de forma suave y sincronizada. Damien era una excelente bailarin así que en sus brazos me movía con agilidad. Empezamos a danzar alrededor de nuestra luna y después en el cambio de compas nos movíamos hacia la luna de nuestra izquierda que en este caso era la de Tyler. El vals continuo hasta que pasamos por todas las lunas. Cuando el eclipse lunar llegó a su punto máximo, la luz de este llego a nosotras y como las lunas que éramos reflejamos esa luz de forma clara y contundente. El salón se llenó de murmullos y gritos de felicidad.

En ese momento éramos cuerpos celestes que reflejábamos toda la luz, dándonos un toque único, mágico y poderoso. El brillo de nuestros vestidos, aumentaba el reflejo de la luz haciéndonos ver como seres etéreos.

— Excepcional – me dijo Damien en mi oído y yo solo sonreía con orgullo y felicidad ante su comentario.

Cuando el vals termino, las luces se encendieron y nosotros nos dirigimos a la mesa principal donde nos acomodamos para dar inicio a la cena. Después las conversaciones y bailes se tomaron el lugar. Yo me la pasaba de un lado a otro mientras era retenida constantemente por grupos de personas que solicitaban mi atención.

— Estuviste increíble – me dijo Ania mientras me abrazo.

— Tenía muchos nervios.

— No se notaba – me dijo sonriente, ella se veía muy linda con su vestido plateado que dejaba ver su vientre abultado.

— ¿Viniste con Boris? – le pregunté con duda, pues la insípida de Camil había estado pasando más tiempo con él.

— Sí, puedes creer que la odiosa de Camil quiso ingresar con él y conmigo a la fiesta. Pero Boris la esquivo de forma magistral, así que termino entrando sola – me dijo con emoción.