2. El alfa sombrío

Capítulo 3.60

Estaba furiosa con Damien y mi familia durante varios meses me ocultaron lo de Indira y estaba dolida. Cómo se atrevían a creer que ocultarme cosas relacionadas con su bienestar lo hacían por mi bien.

— No lo hiciste por mi bien. Lo hiciste porque eres egoísta – le reclame a Damien.

— Leilani, ella ya está bien – me garantizo.

— Eso no quita los meses que de angustia y dolor – le dije dolida.

— Si quieres vamos a verla.

— Voy a verla yo porque sé perfectamente que tú no la quieres.

— No te voy a dejar sola cuando te programaron tu parto para dentro de pocos días – dijo con su voz dura de autoridad.

— Quiero ir sola – le dije terca.

— Claro que no vas a ir tu sola.

— Está bien, pero no me toques.

— Imposible siempre viajas en mis piernas.

— Esta vez no.

— Esta vez y todas las veces si – asevero.

Yo solo empecé a empacar todo lo que necesitaba y después solicité que bajaran mi equipaje mientras esperaba que la camioneta me llevara.

— Pequeña – me dijo Indira mientras se baja de una de las camionetas.

— Indira – le dije con emoción mientras corría abrazarla —. Estaba a punto de irme para verte.

— Yo quería salir de ahí y venir a verte – me dijo mientras me abrazaba.

— Nadie me dijo nada – le dije en medio del llanto.

— Mejor. No quería que mi sobrina y tú estuvieran en riesgo.

— Igual estoy furiosa – le aseguré mientras le sonreía y ella solo me limpiaba las lágrimas y yo limpiaba alas de ellas.

Mi papá, mamá, mis hermanos y Tyler terminaron de bajarse de la camioneta para después salir y abrazarme donde les reclame por mantenerme en la ignorancia.

— Era lo mejor, mi pequeña suficiente tenía con una de mis niñas sufriendo – me dijo papá.

— Voy a dejar el tema de lado porque estoy feliz de verlos, pero igual me aislaron de la familia.

Mi papá solo me sonrió y dejo un beso en mi coronilla mientras daba las indicaciones que acomodaran a toda mi familia y los recibía con mucha emoción.

— Buenas – dijo Damien mientras saludaba a toda mi familia.

— Están aquí, así que ya no tendremos que viajar – le dije con una sonrisa y él solo asintió mientras respiraba profundamente y los saludaba.

— Voy a pasarle el menú de Indira a Gala – dijo Alex mientras ingresaba al lugar.

— Si ella está en la cocina, para lo que necesiten – le dijo Damien.

— Voy a instalarla a Indira en una de las habitaciones de abajo porque de ninguna forma sube escaleras – aseguro Esteb y Damien solo asintió.

— Yo también quiero una habitación al pie de mis niñas – solicito papá.

— Bien – dijo mi hombre guapo – ya escucharon, encárguense dé todo y que los familiares de la luna tengan lo que solicitan – les dijo a dos de sus lobos.

Yo solo lo vi con una sonrisa boba, mientras que mi familia ingreso al lugar y después solo avance hacia él con una gran sonrisa.

— Gracias, por todo lo que haces por mi familia – le dije mientras lo rodeaba con mis brazos.