Capítulo 3.34

23.7K 1.2K 195
                                    

La ceremonia de eclipse lunar, por fin, se acercaba y me encontraba emocionada, pues todo lo habíamos organizado las tres lunas de las manadas y estaba superfeliz, mi hermana no participo mucho, así que tuve que participar el doble por ella.

— Tengo que buscar mi vestido azul de luna – le dije a Damien con emoción.

— ¿Azul?

— Elegimos ese color, recuerda, nosotras de azul y los alfas de traje azul – dije mientras avanzaba hacia su escritorio y me sentaba en sus piernas.

— Bien – dijo mientras se acomodaba mejor conmigo en sus piernas.

— Me acompañas a comprar el mío – le dije sonriendo.

— ¿Ahora?

— Sí, mañana nos vamos y quisiera primero ver los vestidos que hay aquí, si no, pues buscaré uno en Krasnoyarsk.

— Bien – dijo mientras terminaba de cerrar el computador y se ponía de pie conmigo en sus brazos – vámonos.

— Si – dije con emoción mientras me soltaba de su agarre y tomaba mi bolso.

Terminamos por ir al centro comercial de Damien donde la mayoría de lobos se encontraban comprando los atuendos para la ceremonia del eclipse lunar. Así que en todas las tiendas encontrábamos a miembros de la manada. Me habían mostrado múltiples vestidos azules, pero ninguno me llamaba la atención para la cena.

Hasta que por fin, después de recorrer todo el centro comercial, encontré mi hermoso y perfecto vestido, era de tiras con un fino corsé con flores y una falda en vuelo larga, con una abertura en mi pierna, la tela era con brillantes, era espectacular.

— Quiero ese – le dije a Damien con emoción mientras lo arrastraba a la tienda.

— Alfa, luna – nos saludó la vendedora.

— Hola, quiero probarme ese vestido – le dije mientras lo señalaba.

— Por supuesto, mi luna, ya se lo llevo al probador.

Damien solo se sentó cansado en la silla, mientras esperaba a que me probara el vestido, cuando me lo probé, era perfecto, acentuaba mi cintura y resaltaba mis pequeños pechos.

— Es perfecto, parezco una princesa, solo me hace falta mi corona – dije con ilusión mientras me veía en el espejo.

— Somos de la realeza niña hermosa y no eres una princesa, eres una luna, mi luna – dijo Damien ubicándose en mi espalda y mirándome atreves del espejo.

— Y tú eres mi alfa – le garanticé – el hombre que amo.

Divise una tela azul con toque brillante, baste llamativo, así que me acerque para detallar el vestido, el cual era sexi y bastante sugerente.

— ¿Creí que ya habías elegido tu vestido? - me preguntó Damien a mis espaldas —. Igual puedo comprarte los dos - me aseguro dejando un beso en mi hombro.

— No es para mí, es para mi hermana - le dije con emoción dando la vuelta y colgándome de su cuello.

— No voy a comprar ningún vestido para la venenosa - me aseguro con tono amargo.

— Pero yo sí - le dije feliz.

— El tonto de mi hermano de seguro ya le compro el vestido - aseguro con seriedad.

— No como este, es perfecto para ella - lo señale —. Por favor empáqueme este también - dije separándome de Damien y acercándome a la vendedora.

— Es el colmo que tenga que comprarle un vestido a la venenosa. Ni me cae bien - se quejó Damien como todo un niño pequeño haciendo un berrinche.

— Yo lo voy a pagar - le dije divertida ante su drama.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now