Capítulo 3.23

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La despedida se dio de forma rápida. Todos volvían en forma de lobo menos Damien, Boris, Ania y yo, así que los cuatro nos íbamos en la camioneta con los dos hombres de seguridad.

Cuando la hora de irnos llego termine por subirme a las piernas de Damien y Ania se hizo en el medio, solo faltaba Boris, así que mientras esperábamos Ania y yo empezamos hablar.

— ¿Cómo vamos a hacer? – le dijo Boris a Damien parándose en la puerta. Ania y yo nos miramos sin entender.

— Hola – saludo la tonta de Camil.

Ania y yo solo nos miramos mientras ella sonreía con descaro, los hombres de seguridad tomaron su maleta y la llevaron al maletero. Así que Ania solo se movió incómoda.

— Si quieren yo me puedo ir en otro lado – propuso Ania mientras intentaba salir.

— No – dijo Boris rápido – Camil vete en el centro y yo llevo a Ania en las piernas – sugirió él.

Damien ni se inmutó y Ania solo se salió de la camioneta, mientras que la tonta de Camil seguía con su sonrisa tonta.

— No quiero incomodar – le dijo Ania con nervios.

— Vamos – le dijo Boris mientras se subía y le tendía la mano.

— Estoy pesando más – dijo ella suave.

— Si quieres yo me voy en tus piernas Boris y Ania en el centro – propuso Camil, yo solo la mire mal.

— Si mi beta principal no es capaz de cargar a su mate y lobezno, entonces que puedo esperar – dijo Damien tajante.

— Solo lo dije por facilitarle las cosas a Boris – le dije ella con su sonrisa boba.

— Ven Ania – dijo Boris mientras la subía en sus piernas – Trataré de que el viaje sea lo más cómodo para ti – le garantizo.

Ania termino por subirse en las piernas de Boris y la camioneta arranco, Damien me paso a lilito y me arropo con mi cobijita y yo saqué la otra cobija para pasársela a Ania.

— Me puedes prestar una cobija a mí también – pidió Camil.

— Lo siento solo tengo dos – le dije con desinterés.

— Entonces me pueden prestar un pedazo de sus cobijas – sugirió.

— Consígase su propia cobija Camil, pero no pretenda que mi niña hermosa se incomode por usted – le dijo Damien tajante.

— Lo siento – dijo con ojos llorosos.

Yo solo me arropé con la cobija mi boca para que no se diera cuenta de que me estaba burlando de la reprimenda que Damien le había dado a la tonta de Camil. Así que cuando fuimos avanzando me fui acomodando mejor mientras leía un poco en el celular. El teléfono de Damien empezó a sonar, así que él contestó.

— Hermano – lo saludo Tyler con emoción y Damien solo se acomodó porque era una videollamada.

— Tyler – le dijo el de forma fría.

— Tyler – le dije con emoción mientras me asomaba en el video.

— Mi sol – me dijo con emoción.

— Ella no es su sol, ella es mi niña hermosa y si es el sol de alguien es el mío – le dijo Damien de forma molesta.

— Leilani siempre será mi sol – le dijo Tyler con diversión.

Yo solo me reí ante las caras de amargura de Damien porque Tyler me decía sol. La verdad Tyler me empezó a decir así desde que un día le dije a Indira que no entendía por qué se enojaba con el sí, era un sol, entonces él dijo que yo también era un sol.

2. El alfa sombríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora