2. El alfa sombrío

Capítulo 3.8

Volver a la manada me gustaba, cada día me acostumbraba más a estar aquí y sentirlo como mi hogar.

— Leilani – me dijo Ania con emoción mientras me abrazaba —. Estoy embarazada.

— ¿Cuándo te enteraste? – le pregunté con emoción mientras le correspondía su abrazo.

— Me acabé de enterar, quería decírtelo – me dijo feliz – tú eres la primera en enterarte.

— Felicitaciones – le respondí con emoción —. ¿Cuándo se lo dirás a Boris?

— Esta noche, de seguro, se pondrá muy feliz por nuestro lobezno – me respondió con ilusión.

— De seguro lo hará, para los lobos son muy importante sus cachorros.

Seguí hablando con Ania y ella terminó por despedirse para contarle la noticia a Boris, quien no lo tomo muy bien, pero ella trató de no darle importancia al asunto. El resto de días terminamos por hacer el bosquejo de lo que queríamos para el colegio y se lo mostramos a los arquitectos, entre los cuales se encontraba la odiosa de Camil.

La verdad es que la cínica de Camil era muy buena en lo que hacía y sus ideas para la construcción eran muy buenas, si todo salía como indicaba tendríamos un muy buen proyecto de infraestructura.

— La idea es tener laboratorio de biología, física y quima, tienes que buscar los requisitos en cuanto a ubicación de equipo – le dije.

— Está bien, me pondré ya a eso – dijo mientras recogía los planos.

— Este es el listado de equipos encargados para que tengas en cuenta la ubicación – le tendí el listado.

— Muy bien – dijo mientras los revisaba.

— Vamos a tomar algo, tengo mucha sed – me dijo Ania mientras terminaba de recoger sus cosas.

— Perfecto, vamos – se autoinvito Camil, la verdad es que Ania no la soportaba.

— Yupi vamos – dijo con sarcasmo.

Nos acomodamos en la parte del jardín, la cual había dispuesto con algunas sillas para disfrutar de la naturaleza, por suerte Gala era la que nos atendía y preparo sus ricas galletas de avena con un poco de café.

— ¿Y como te va con Damien? – preguntó Camil, iba a responder, pero alguien se me adelanto.

— Muy bien, el alfa se desvive por ella – le respondió Ania, lo que me causo risa porque se notaba que Ania no la toleraba.

— Me dijeron que le costó aceptarte – soltó la cínica esa, creí que se callaría, pero continuó —. La verdad es que él es alguien muy frío y reservado, entiendo si no se abre contigo, a mí me costó 5 años para que mostrara un poco de afecto.

— Si le costó aceptarme al principio, pero la verdad ahora nos conocemos muy bien – le conteste de forma fría.

— No creo, siempre hay una parte de él que oculta por algo, es el alfa sombrío— contesto con veneno en su voz.

— Tal vez para la gente corriente oculté cosas, no para mí – le respondí con reproche.

— No te moleste, solo digo lo que sé, Damien es mi amigo y lo conozco muy bien – dijo tratando de aligerar el ambiente.

— Como dije, a pesar de que me ignoraste, el alfa se desvive por Leilani es frío con todo el mundo, menos con ella – le respondió Ania.

— Si a diferencia de Boris, que te considera alguien inferior – le respondió con veneno la cínica esa, Ania se contrajo, pero le apreté la mano, para que mostrara fortaleza y no se retirara.