2. El alfa sombrío

Capítulo 2.2

Me seguía gustando Jared, pero después de mi accidente, sentía esta necesidad de querer parecer mayor y de atraer la atención de hombres mayores. No sabía por qué, pero me gusta cuando se quedaban mirándome cuando pasaba por la calle.

Me molestaba la indecisión de Jared quería alguien que me eligiera por encima de todo, alguien que me pusiera como su primera opción y si Jared pedía tiempo para poder hacerlo, entonces tal vez él no era la persona indicada.

Al otro día, cuando desperté me alisté para empezar mi día, no sabía qué hacer porque tenía un estúpido bloqueo de lectora, en el que no podía pasar una historia del primer capítulo, más si era romántica. Mi teléfono empezó a sonar anunciando la llamada de Jared, no quería contestarle, pero no era nadie para él como para hacer un drama.

— Hola pequeña – me saludo nervioso.

— Hola Jard— le dije con una sonrisa. Después solo permanecimos en silencio por un rato hasta que él habló.

— Lamento lo de anoche y si tienes razón, ¿qué tal una cita para hoy?

No podía creer lo que me estaba pasando, Jared me estaba invitando a una cita y yo tenía una sonrisa genuina en mi rostro.

— Me parece bien— le contesté neutra, tratando de ocultar mi emoción.

— Entonces te recojo a las 8— dijo mientras colgaba.

Quede con el celular en la mano mientras pensaba lo de la cita, después llame a Indira para contarle los últimos acontecimientos y ella solo se emocionó mientras me sugería qué ropa ponerme.

Así que después de un día nerviosa y ansiosa por mi cita. El día se oscureció y a las 8 en punto me encontraba esperándolo fuera de mi casa, hasta que un mensaje llegó, parece que Jared salía tarde de su ensayo, así que no alcanzaba a venir por mí.

Me dio la dirección de un pequeño y acogedor restaurante retirado de la ciudad, así que tome un taxi que me llevo hacia el destino. Cuando llegue, él ya se encontraba esperan en una mesa, cuando me vio me sonrió nervioso.

— Hola— lo saludé gentilmente.

— Hola, lamento no poder recogerte— dijo en tono de disculpa.

— No hay problema – le resté importancia.

Después de pedir la comida, nos dedicamos hablar mientras él tomaba mi mano de vez en cuando, cuando el momento de irme llego nos dirigimos hacia su auto, hasta que se puso en marcha.

Él estacionó el carro 2 cuadras antes de mi casa y lo miré con intriga porque no sabía qué estaba pasando.

— Todavía faltan dos cuadras para mi casa— le dije nerviosa.

— Lose, pero enfrente de tu casa no puedo hace lo que tengo planeado hacer.

— ¿Qué piensa hacer?— pregunte con intriga, él solo se aproximó más cerca de mí, mientras veía mis labios.

— Esto— dijo el mientras presionaba sus labios sobre los míos.

Su beso fue ágil y rápido, mientas mi boca se acoplaba a la suya, después de unos minutos fui cogiendo su ritmo travieso y juego, disfrute del beso, pero sentía que falta más urgencia y demanda. Después de mi accidente había algo raro en mí, en cuanto a lo emocional y sexual y lo comprobé cuando en un chequeo médico comprobaron que ya había estado con alguien, pues su esencia se encontraba en mí, pero por suerte era alguien sano que no dejo enfermedad.

Cuando les pregunte a mis papás si había tenido novio o alguien durante esos mese que no recordaban, solo se pusieron nervioso y dijeron que ellos no conocían a nadie, porque yo no les había presentado a nadie. Que a lo mejor fue alguien pasajero y quise en su momento mantener todo en secreto.