Capítulo 3.36

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A petición del publico les comparto el siguiente capitulo. Me trasnoche un poco pero aqui lo tienen.

Espero que lo disfruten y no odien tanto a Damien.

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Tenía a la escoria de Pasha colgado del techo, mientras que una polea facilitaba que entrara y saliera del agua alimentada con líquido destructor. Lo había golpeado tanto que tenía el rostro desfigurado y las costillas rotas, pero no era suficiente, quería que sufriera más antes de su muerte de forma lenta y dolorosa. Porque conformarme con una simple muerte cuando lo único que quería era que su dolor y miseria fuera tanta que la muerte le parecería un regalo.

— Alguien más tuvo que ver con esto – le volví a preguntar mientras lo sacaban del balde.

— No – dijo como pudo.

— Siéntenlo – le di las indicaciones a mis hombres para que lo amarraran a la silla de tortura.

Avance a la gaveta donde por suerte para mi Santiago era tan sádico y cruel torturando que tenía múltiples artefactos de tortura para aumentar el dolor. Cuando encontré lo que buscaba avance hacia él con el frasco.

— ¿Qué lo hizo creer que podía lastimar a lo más lindo e importante de esta manada y seguir con vida?

— Lo siento – dijo cuando le levante el rostro para que me viera.

— Responda la maldita pregunta – le dije con rabia mientras tomaba su rostro y depositaba en su ojo la mitad de líquido de plata fundida.

Pasha empezó a gritar y sus gritos se sentía tan bien para calmar esta rabia que crecía dentro de mí.

— Ya lo había hecho antes – logro decir al ver que volví a tomar su rostro con la otra mitad del líquido.

— ¿Quiénes?

— Hijas o familiares de los altos rangos de la manada.

— Ellas no valen ni la mitad de lo que vale mi luna – dije con molestia mientras le sostenía el rostro, pero él solo empezó a negar, así que le clave mis garras en la quijada para retener el movimiento —. Su problema fue creer que ella era alguien ordinaria cuando es un ser excepcional – le dije con rabia mientras depositaba el líquido en su otro ojo.

— Me encanta saber que no soy el único sádico de esta familia – dijo Santiago mientras ingreso y miraba todo con diversión, yo solo lo ignore mientras miraba como Pasha se revolcaba del dolor y gritaba ante la lenta destrucción de sus ojos.

— Inyéctenle esto – dijo mientras le entregaba una jeringa a uno de mis hombres.

— ¿Qué es? – le pregunté por qué no quería que fuera algo que lo librara de mí tan fácilmente. Así que le di indicaciones a mis hombres para que detuvieran la acción.

— El cisne negro tiene creaciones particulares para que sus enemigos sufran, así que envía este pequeño obsequio que aumentara su resistencia – dijo con emoción.

— Bien – termine por ceder y mis hombres inyectaron a Pasha, quien se encontraba privado a causa del dolor.

— Quiero verlo – se escuchó por el pasillo la odiosa voz de la venenosa, quien ingreso al lugar en compañía de Tyler.

— ¿Dónde está Leilani? – le pregunte preocupado, pues se supone que ella estaba con su hermana.

— Se quedó dormida – dijo mientras miraba con rabia al hombre inconsciente en la silla – por lomenos saben torturar – dijo llena de rabia.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now