Capítulo 1.13

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Anastasia

Estaba hablando con Leilani. Katia tenía razón, ella no pertenecía a esta manada. La Diosa de la luna se había equivocado al ponerla como mate de uno de los alfas más fríos y crueles de todos. El alfa Sombrío daba tanto miedo como el alfa oscuro y Leilani era todo lo contrario a él, ella era dulce, tierna e ingenua, le falta la pericia de la maldad.

— ¿Qué harás esta noche? – le pregunte a ella.

— Leer, supongo – me contesto con duda.

— Esta noche es luna llena, ¿vas a ir a la ceremonia, concupiscencia? – le pregunté.

— La verdad, si es como la fogata, lo dudo – dijo ella con desinterés.

— No, esta es una ceremonia oficial, la luna llena se presta para el deseo, la pasión y amor, es un espacio mágico y único – le dije contándole la ceremonia.

— Si algo he leído sobre cuando se presenta ese tipo de luna, ¿sabes si Damien va a ir? - me pregunto esperanzada, sin duda ella era muy ingenua, el alfa nunca la iba a querer y mucho menos dejar a Katia por alguien tan insignificante como ella.

— Lo dudo, siempre se encierra con Katia en su habitación y sale hacia el otro día - mi cometario le genero molesta y tristeza.

Pero era mejor decirle la verdad para que se fuera dando cuenta de cómo eran las cosas en la manada, Katia era la mujer del alfa, él podría revolcarse con varias lobas, pero siempre volvía con ella y ella tenía atribuciones que ni mi hermano siendo el Beta tenía.

— Iré, pero por precaución mejor llevo una navaja – dijo insegura.

— No vas a ver necesidad, pero puedes llevarla, tienes que ver el resplandor de la luna con el lago, es único – le dije recordando la vista tan linda.

— Debe ser una vista hermosa – dijo pensativa.

— Si lo es – le dije segura.

— ¿Tú vas para ver si conoces a tu mate? – pregunto sonriente.

— Yo ya conocí mi mate – le dije seria. No quería hablar del tema.

— ¿Y por qué no lo conozco? – dijo con diversión.

— Él no está en esta manada – dije tajante.

— ¿Y por qué? – pregunto con curiosidad.

— Él es un omega de nivel inferior – le dije de forma desinteresada.

— Entonces es un privilegio que tú seas su mate – para mi mate no lo era, así que sufría por eso.

— No, él piensa que no soy suficiente para él, porque uno de sus familiares está involucrado con uno de los fuertes.

— Entonces te rechazo – dijo con asombro, sin dura Leilani no entendía como funcionan las cosas aquí.

— No, si no estuviera muerto – le dije como si fuera obvio.

— ¿Y te marco?

— Sí, mira – le mostré la pequeña marca que tenía en mi cuello con las iniciales de él, como era un omega de bajo nivel, su marca era casi invisible.

— Qué pena que no se dé cuenta lo afortunado que es al tenerte – cambie de conversación para evitar el tema.

— Me puedes prestar el vestido verde manzana que utilizaste la otra vez, o ¿te lo vas a poner? – le pregunte por qué ella sí que tenía vestidos lindos.

— No, ven te lo paso, yo me pienso poner otro – dijo mientras me arrastraba a la habitación.

Entrar a la habitación del alfa me sorprendió, a pesar de que mi familia era de un rango alto, no teníamos ese privilegio, en la cama se encontraba un unicornio color lila. Leilani seguía siendo muy ingenua porque dormir con ese horrible peluche solo garantizaba lo que todos decían y era que ella no era la luna ideal para nuestra manada. El olor del alfa se sentía en todo el lugar.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now