Capítulo 3.40

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La casa quedó perfecta y las actividades que tenía preparadas para navidad me encantaban. Había comprado juguetes para todos los niños de la manada y tenía dispuesto una cena navideña con todos los integrantes de la manada.

Así que tenía mucho que organizar, pero primero tendría que recibir y acomodar a mis hermanos, quienes había llegado hace algunas horas a la ciudad. Me encontraba emocionada esperándolos en las escaleras, mientras que el grandote sostenía un cartel que decía bienvenidos.

— Ya ingresaron al territorio mi luna – me informo Leonid.

— Gracias – le dije feliz.

Los extrañaba tanto, siempre manteníamos muy juntos, pero desde que empecé mi relación con Damien la distancia y sus ocupaciones eran un gran impedimento para vernos. La camioneta se estacionó frente a las escaleras, mientras que yo solo corría hasta ellos para abrazarlos.

— Alex – dije mientras lo abrazaba.

— Pequeña – dijo mientras me correspondía el abrazo.

Estaba bastante formal con sus jeans azules, su camisa blanca y el bléiser azul.

— Para mí no hay abrazo – dijo Ested mientras abría sus brazos.

— Si - dije feliz mientras corrí hacia él y lo abrazaba.

Mi hermano mantenía un look más salvaje y de chico rebelde, con sus buzos sencillos y chaqueta de cuero, que cuando se la quitaba dejaba a la vista su brazo derecho completamente tatuado.

— Te extrañé – me dijo mi hermano mayor mientras dejaba un beso en mi coronilla.

— Yo también los extrañé mucho, miren el cartel que les hice.

— Genial y es mío – aseguro Ested mientras que Alex solo fruncía los hombros.

— Él es Leonid encargado de mi seguridad personal y él es el grandote un amigo.

Les dije mientras les presentaba a los dos hombres que me acompañaban. Mis hermanos los saludaron con cordialidad y después me siguieron al interior de la mansión donde ya los hombres llevaban sus maletas.

— Vamos a mostrarle la casa – dije mientras los arrastraba conmigo y les hacía un tour personal por todo el lugar.

Mis hermanos realizaban burlas y chistes, mientras que yo solo les mostraba todos los lugares de la casa y la construcción de la escuela, la cual estrenaría a finales de enero o principios de febrero.

— Vamos para que saluden a mi hombre guapo – les dije cuando estaba vamos frente a su estudio.

— No hay necesidad – dijo Ested avanzando.

— Vamos – dije mientras golpeaba y los hombres de seguridad me abrieron paso para que siguiera.

Avance al estudio y Damien solo levanto la cabeza mientras que algunos de sus hombres me volteaban a ver.

— Hola – los saludé.

— Mi luna – me saludaron todos de vuelta.

— Mis hermanos te quieren saludar – le dije con una sonrisa y él solo asintió.

— No lo queríamos saludar, ella nos arrastró aquí – se quejó Ested.

Pero yo lo volteé a ver con una sonrisa y él solo se acomodó a mi lado. Alex vigilaba todo con cautela.

— O'Briens – los saludo Damien mientras se ponía de pie y les tendía la mano.

— Manrique – le dijo Ested mientras le recibía la mano.

2. El alfa sombríoWhere stories live. Discover now