CAPÍTULO 15.- primer fragmento

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—No es posible —Concetta lo miraba como si estuviera demente—. No es posible que hubiera tantos vampiros dentro de esa iglesia sin que mi gente lo detectara. Está bien que uno o dos vampiros se mezclaran, ¿pero 30 o 40?, eso es imposible, estás loco.

Alan puso los ojos en blanco.

—Y si fuera cierto —dijo Concetta escéptica—. Entonces con más razón deberíamos llamar a mi hermano. No creo que podamos...

—¿Has olvidado quién soy? —le interrumpió.

— ¿Ahora eres un demonio completo cierto? —dijo burlándose—. ¿Es verdad que te salen cachos?

Alan gruño.

—O me ayudas o te mato, es tu decisión —respondió él.

Alan no podía matarla, pero eso ella no lo sabía.

—Te has vuelto un cascarrabias total —bufo Concetta—. Recuerdo que eras más jovial.

—Y tú eras más callada y seria —replicó Alan.

—Bueno, han pasado más de 26 años desde que nos vimos por última vez, era obvio que teníamos que cambiar.

—No tengo tiempo para esto.

—Iré contigo, pero solo porque me mata la curiosidad de qué están haciendo y que tiene que ver contigo para que dejaras el reino y vinieras aquí.

—No tengo tiempo para explicar mucho —Alan miró aquella iglesia con determinación—. Solo puedo decirte que no están haciendo nada bueno y que tendrás que cuidarte bien la espalda, porque intentarán matarte si le das la oportunidad.

Concetta asintió y siguió a Alan.

Los dos esperaron un rato para analizar la situación. Para suerte de Alan, Concetta estaba muy informada sobre la estructura de iglesias y se daba una idea de cómo sería la parte interna de la iglesia donde pretendían irrumpir.

Ella se transformó y siguió al semidemonio.

Entrar sin que los notaran no era una opción. Una vez que Alan usará sus poderes, su esencia demoníaca alertaría a los hechiceros que estaba seguro, estaban en lo profundo de las catacumbas que había ahí.

Mientras Concetta derribaba a dos vampiros, Alan con facilidad golpeaba contra el suelo a siete con su poder de telequinesis y hacía aparecer algunos de sus espectros de fuego para que los destrozaran. Se internaron en la iglesia con una buena cantidad de lobos de fuego que les facilitaban el trabajo, aunque en un momento de distracción, un hechicero lanzó un hechizo que iba directo hacia Concetta.

Alan fue directo hacia ella y desplegó sus alas para que sirvieran como escudo. No mentiría que le había dolido, pero sonrió al saber que Dylan tenía razón al decir que los hechiceros convencionales no tenían ni la fuerza ni el poder que tenía un hechicero híbrido como él. Y entendía por qué los hombres lobos rechazaban a los hechiceros rápidamente, tener a un híbrido como Dylan era peligroso.

Si esos hechiceros fueran tan solo un poco de poderosos como Dylan, estarían en reales problemas

Alan hizo que aquel hechicero empezará a levitar mientras lo asfixiaba, en unos segundos la cabeza de aquel hombre estalló.

"Que asco" escucho a Concetta por la conexión "Gracias"

Alan asintió y siguieron avanzando.

Como Alan predijo, tuvieron que bajar por una entrada secreta que estaba debajo del altar de aquella iglesia. Los lobos de fuego de Alan lo habían descubierto por el olor. Se metieron y bajaron lo que parecía varias plantas debajo de la tierra. Se podía ver por las paredes y el ambiente oscuro y frío que ese lugar era muy antiguo.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now