Bael manejaba a gran velocidad con sus pensamientos recorriendo su cabeza como una estampida de búfalos chocando entre sí. Estuvo tan distraído que casi choca con otro auto derrapando en la carretera y evitando a penas chocar con los árboles o los postes del camino.
No es que estuvieran en real peligro si chocaran, él simplemente pudo haber extendido sus alas y salir de ahí. Sin embargo, mientras respiraba agitadamente, intentaba ignorar las ganas de haber chocado y hacer que los dos murieran. Tan rápido sin pensarlo, sin todo el camino de espinas que los dos estaban a punto de cruzar.
Porque había algo con respecto a Jessy que sabía que no era mentira y eso eran sus sentimientos hacia ella. Era abrumadora la forma en que sus lobos estaban conectados y la pasión que sentía por ella le ganaba a cualquier rabia que surgiera.
No solo estaba entregando la vida de ella en las manos de su familia al entregar a Jessy, estaba entregando su vida también. La forma en la que su lobo estaba retorciéndose en su interior. Intentando tomar el control del cuerpo de Bael para proteger a Jessy. Aullando como si lo estuvieran torturando.
No había forma de que su lobo sobreviviera si la rechazaba.
"Estoy de acuerdo con eso" escuchó a su demonio "Ese perro morirá apenas empieces a recitar el rechazo"
Bael gruño, no necesitaba escuchar el cinismo de su demonio ahora.
"Pero mira el lado bueno" escucho una risa "así podría tomar tu cuerpo por completo, tu alma estaría demasiado destrozada para que lucharas conmigo"
Bael cerró los ojos y cuando los abrió estaba en esa estancia llena de niebla donde veía a su demonio en frente de él.
"Ha pasado un tiempo desde tu última visita ¿cierto?" dijo Abigor con una sonrisa socarrona "Me había olvidado lo dramático que pueden ser los mortales, haciéndose problemas de cosas insignificantes"
"¿Qué quieres?" preguntó Bael con disgusto.
"Nada, solo te quería advertir de las consecuencias de rechazar a esa chica" Abigor se encogió de hombros "No eres estúpido, sabes que el perro y tu parte humana están muy arraigados a ella"
"¿No sería bueno para ti?"
"No me interesa vivir entre los mortales hasta que tu cuerpo mortal caduque" Abigor chasqueo con la boca "Los mortales son insufribles"
"¿Por qué no me advertiste de que ella era una traidora?" replicó Bael.
"No tenía una puta idea, soy un demonio no un dios omnipotente, no lo sé todo" respondió Abigor con simpleza "Pero recuerdo advertirte que sentí una oscuridad en ella, no es algo maligno, es más bien como una cruz de dolor que ella carga"
"Tengo que hacerlo" Bael se dio la vuelta dándole la espalda a Abigor "Ella es una amenaza para mi familia"
"Realmente insufribles" Abigor negó con la cabeza "Me importa muy poco si quieres obligarte a sufrir innecesariamente, solo te recuerdo que me hiciste una promesa y esa fue que evitarías que tomaran a la semi ángel y si rechazas a tu pareja, estarás muy débil por un largo tiempo, tan débil que no podrás cumplir mi promesa o proteger a tu estúpida familia"
Bael lo miro nuevamente.
"¿Mi papá no cumplió con su misión?" pregunto Bael.
"Eso no significa que no vengan por ella, Lucifer hará lo que sea necesario" dijo Abigor "Así que mantén la conexión al menos hasta que la semi ángel este a salvo, además tienes que evitar que la chica se mate ella misma, tiene algo mortal en la manos en estos momentos"
