—¡¿Qué?
Estefan intentó volver, pero Joon lo sujetó con fuerza mientras las escaleras eléctricas lo llevaban al área donde podrían ingresar al Avión privado que los llevaría a Corea.
—¡Serás mi dama de honor! —grito Gabriela estirándole el brazo sonriente—. ¡Ya tendrás tu traje lila listo a tu vuelta!
—¡¿No se iban a casar cuando terminaras la universidad?! —gruño Estefan muy enojado, Joon apenas podía contenerlo—. ¡Gabriela!
Gabriela se perdió de vista junto a su demás familia. Joon maldijo a Gabriela por elegir justo el momento de su partida a su país para confesarle a Estefan que se iba a casar con Jose al término de las vacaciones.
Estefan se pasó al menos una hora insultando a Jose y formulando ideas donde este estaba obligando a Gabriela a adelantar la fecha de su boda porque ya era muy anciano y no quería esperar.
Joon amaba a Estefan inmensamente, pero eso no le detuvo de poner un somnífero en su jugo para que se calle. Lo vio sucumbir al sueño maldiciendo al pobre Jose.
Joon suspiro y miro por la ventana mientras comía en tranquilidad pensando en todo lo que les esperaba al bajar del avión.
No iba a negar que estaba nervioso. Su familia era un nido de víboras y Estefan era susceptible a las malas intenciones de la gente. Sería una locura. No sabía porque había accedido a traerlo. Debía haberse quedado en el Reino y esperado a que sus tíos lo vieran cuando fuera una reunión de manadas.
La familia de Estefan tenía razón, a su tío Jae y a su tío Ian les iba a dar algo cuando vieran a Estefan y cuando se enteraran que es su mate.
Su tío Ian no podía escuchar el nombre del señor Alan o del señor Jaime sin que la vena de su cuello saltara y se había opuesto al comienzo que Joon se fuera al reino.
Su tío Jae no los odiaba y lo estimaba demasiado porque lo había apoyado mucho para que se volviera Alfa, pero con Estefan de mate, todo se complicaría demasiado.
La demás familia se pondría mucho más en su contra de lo que ya estaban.
Miró a Estefan durmiendo con el ceño fruncido y sonrió. El mundo se veía menos aterrador cuando recordaba quien era su pareja eterna, un semidemonio con carácter difícil.
Después recordó quien lo esperaba en Corea y palideció. Además de su familia, estaba la cuestión de un amigo especial que se llevaría una gran sorpresa cuando se enterara que Joon ya tenía mate.
Esperaba que aquel amigo entendiera que su...su amistad ya no iba a hacer la misma, no quería que Estefan matara a nadie por sus celos.
El viaje de más de veinte horas llegó a su fin cuando la auxiliar de vuelo los despertó diciendo que faltaba poco para aterrizar.
Joon se sintió confundido cuando despertó encima de Estefan. Este lo había cargado mientras había estado dormido.
—Podríamos tener nuestra primera vez en tu país en el baño del avión.
—Estefan —dijo Joon sonrojado porque la auxiliar los había escuchado y había contenido su risa—. Te están escuchando.
—Definitivamente nos escucharán —dijo Estefan sujetándolo más fuerte y besándolo con ferocidad.
Joon luchó en vano porque en un destello ya estaban en el pequeño baño del avión mientras Estefan le arrancaba los pantalones y procedía a llenar el avión con sus bulliciosos gemidos.
