CAPÍTULO 33.- primer fragmento

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—Si intentar marcar a alguien en contra de su voluntad no es algo grave, ¿Qué lo es para ti Lucy? —Jeremy vio severamente a su cuñada—. Sé que es algo normal para ti y para tus hermanos, pero debería tomarse como delito.

Lucy miró aprensiva a Jeremy y se fue a ver cómo estaba su hijo.

—Hay que tomar en cuenta que estaba cegado por los celos —dijo Alex con cara de preocupación.

Dylan bufo.

—Bueno, entonces están diciendo que cualquiera puede secuestrar, intentar ultrajar y marcar a otra persona en contra de su voluntad sólo porque está celoso, ¿Es eso así? —preguntó Dylan mirando recriminatoriamente a Alex.

—No lo estoy justificando —se defendió Alex—. Solo intento explicar porque alguien tan bien portado como es Bael, ha actuado de esa forma.

—¿Bien portado? —Dylan soltó una risa sarcástica—. La pobre chica tenía la ropa hecha girones y tiene marcas en los brazos y rostro, el otro joven llegó con la cara desfigurada, apenas y he podido regenerarlo, ¿eso es bien portado para ti?

—Basta Dylan —habló Oliver—. Lo que ha hecho Bael es grave y deberá ser sancionado, pero ahora no es el momento de pensar en eso, lo principal es poner a los dos agraviados en un lugar seguro y controlar a Bael cuando despierte.

—Yo me encargo de él cuando despierte —hablo Jaime, serio como siempre; sin embargo, Oliver pudo notar su enojo en la mirada—. No sería prudente que la mate de Bael viva bajo el mismo techo del joven que dice ser su prometido, es lo que provocó la ira de Bael en primer lugar; tenemos que separarlos en diferentes casas.

—¿Mandamos al joven a una de nuestras casas? —propuso Matt.

—No creo que se sienta cómodo en la casa de algún familiar directo del que casi lo mata —habló Jeremy—. Mándenlo a la casa de alguno de los amigos de Liam, tienen enormes mansiones para ellos solos.

—Veremos eso después —dijo Oliver masajeando sus sienes—. Ahora mismo tenemos una inquietud, mucho más grave.

—¿Más grave? —Dylan volvió a tomar su gesto preocupado.

—Papá demonio está en camino en un avión junto a Estefan y Joon desde Corea —dijo Oliver con una sonrisa falsa.

—¿Qué? —todos preguntaron a la vez.

—¿Alan y mi hijo están en el mismo avión? —preguntó Alex escéptico.

—Parece que se han amistado —dijo Jaime.

—Estuvieron unos días en esa manada, Alan y Estefan llegaron medio muertos sin decir que les había pasado —prosiguió Oliver.

—Seguramente intentaron matarse el uno a otro —Jeremy le restó importancia—. Estefan se la tenía jurada, si ya está amistado con su tío Alan, es que primero intentó matarlo en el proceso, perdóname Alex, pero tu hijo está igual o más loco que tu gemelo.

Alex solo lo miró con resignación, sabía muy bien que su hijo y su hermano estaban cortados por la misma tijera.

Sin embargo, estaba molesto de que Estefan lo perdonara tan rápido, siempre se había sentido celoso de que Alan siempre comprendiera más a su hijo que él mismo.

—No —hablo Jaime—. Al parecer salieron muy heridos de la misión de Alan...

—Mierda, ¿Se enfrentaron a algo tan poderoso que los daño a los dos? —Jeremy parpadeo nervioso—. Jamás he visto lastimado a Alan, ni siquiera cuando casi lo matan sus hijos, debieron enfrentarse a algo realmente jodido.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now