—¡Suéltenme!
—¿Acaso tienes miedo? —siguió empujándola—. Tu padre es un retrasado por tu culpa, ¿Y de que sirvió?, yo estoy aquí y puedo hacer lo que quiera contigo.
Ella lloraba mientras él la sujetaba de su rostro de manera violenta.
—Tu maldito padre mató a mi mejor amigo —la estampo contra la pared—. Solo porque se divirtió con una zorra como tú.
—Por... por favor —intento rogarle para que no le hiciera daño—. Nos...nos van a escuchar...
—¿Y eso que? —la soltó para golpearla tan fuerte en el rostro que la lanzó al suelo—. A tu madre no le interesa que yo haga lo que quiera contigo, solo le importa lo que mi manada le puede dar, ¡Hasta tu madre sabe que no vales nada!
Ella se arrastró en el piso intentando escapar, pero él se río con crueldad. Se posicionó encima de ella y empezó a arrancarle el vestido mientras ella intentaba defenderse.
—Acabo de encontrar a mi mate, pero ella no es ni un poco tan bonita como tú —dijo acariciando su pecho—. Estoy pensando decirle a mi padre que te pida como garantía de la unión, serias mi amante favorita ¿Que dices?, siempre estuviste enamorada de mí, ¿No es un sueño para ti maldita zorra?
Ella simplemente dejó de luchar cuando él la tenía totalmente sometida. Recreando su peor pesadilla.
Era la segunda vez que él hacía lo que quería con ella, pero ahora lo hacía en su misma casa.
¿Por qué su madre había permitido que él estuviera de nuevo cerca de ella?
—¡Suéltala maldito bastardo!
No por favor, rogó ella en su mente, de todas las personas tenías que ser tú el que me salvara.
No me veas así. No tú.
—¡No!
Jessy se levantó gritando y temblando. Le tomó varios segundos darse cuenta de que había estado soñando otra vez con uno de esos fatídicos días.
Fue al baño a vomitar y llorar, después se metió a una ducha de agua fría mientras tallaba su piel tanto que podía llegar a sangrar.
El día anterior le habían pasado tantas cosas que tenía la cabeza revuelta. Desde Liam volviéndose un lobo dorado enfrente de toda la escuela hasta Marc encontrando a su mate justo en el momento que se iban a besar.
Ese día se iba a ir de la isla y deseaba nunca volver a regresar, aunque lo más probable era que su madre la mandara otra vez el curso próximo.
Solo la diosa luna sabía que le haría cuando supiera que Liam había encontrado su mate. Se le había cruzado por la cabeza entregarla al rey, pero solo en pesar en su pobre papá hizo que negara con su cabeza.
Ya tenía todo listo, solo tenía que esperar hasta la noche que era su vuelo. No quería despedirse de nadie. Ya había hecho suficiente daño para tener ganas de despedirse hipócritamente.
Solo tenía que visitar a alguien antes de irse, alguien que hace poco había descubierto que está en la misma isla que ella, no había tenido el coraje de verlo, pero el sueño que había tenido le había dado fuerzas.
No pensó cruzarse con nadie así que solo se puso los lentes de contacto para ocultar su verdadero color de ojos y no se preocupó en maquillarse o ponerse uno de esos estúpidos vestidos bonitos. Solo se puso una polera y unos jeans.
