CAPÍTULO 50.- tercer fragmento

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—Ella se negó a contarlo porque no quería... ella no quería arrastrarme en la culpa que cargaba —Kerim nunca quitó la vista de Bael—, intenté hasta el último momento que ella me acompañara con el Rey cuando iba junto a mi mate a confesarme. Sin embargo, ella se negó en todo momento, ella creía que debía ser castigada. Ella pensaba que estaba protegiéndome, no quería que ensuciara mi relato con su papel en todo esto.


Bael rompió el contacto visual. Era doloroso para él escuchar de Jessy y no quería que eso se viera reflejado en este momento donde podía sentir muchas miradas sobre él.


No pudo evitar cruzar miradas con Liam. Su primo fruncía el ceño y parecía confuso. Bael no tenía el valor para decirle nada.


—Hasta ahora, lo que puedo entender es que usted estuvo muy poco tiempo involucrado en esta situación, según sus palabras, aunque no tengamos ninguna seguridad de eso —el fiscal se paró recto mirando seriamente hacia Kerim—, sin embargo, en el poco tiempo que usted tuvo conocimiento del proceder de las personas más cercanas a usted. Se cometieron muchos actos atroces como el incendio a un orfanato de hombres lobo, una masacre a una villa de cazadores y el terrible suceso en la manada japonesa. Usted mismo entregó material que comprueba no solo la maldad de este grupo, también comprueba toda su participación en estos actos.


Kerim asintió. Algunos murmullos se escucharon en el público.


—Si nos apegamos a su declaración, usted siguió la corriente a todos estos actos por miedo, aunque, nuevamente no tenemos ninguna prueba de esto —prosiguió el fiscal—, solo tengo una última pregunta para usted joven Kerim. En el poco tiempo que fue testigo de estos hechos y ayudó para que se lograran ¿nunca se sintió culpable? ¿nunca sintió remordimiento?


Kerim trago saliva.


—Claro que sí, no podía dormir —Kerim miró al fiscal—, yo... yo me sentía muy culpable...


—¿Y no cree que debería ser castigado por lo que ayudo hacer?


—Fiscal... —Oliver intervino—, si los acusados deben decidir si deben ser castigados o no ¿para qué estamos aquí?


—Solo es una pregunta superficial, su majestad —se explicó el fiscal—, no es más que un cierre de la ronda de preguntas.


—Yo creo que sí —intervino Kerim con algunas lágrimas en los ojos—, si... si hubiera actuado antes tal vez hubiera evitado muchas muertes, no lo sé y jamás lo averiguaré; sin embargo, creo que sí debería ser castigado, si es que ya no lo estoy siendo.


—Que el acusado vuelva a su asiento —Oliver revisó sus papeles—, ahora el futuro alfa de la manada griega, Bastian Moore será interrogado.


Bastian se levantó intentando mostrarse totalmente seguro de sí mismo, aunque por dentro le temblaba todo. Miró hacia su padre, que le dio un asentimiento. Al mirar a Kerim le dio ganas de llorar junto a su mate, que se limpiaba sus lágrimas disimuladamente. No obstante, no podía permitirse llorar en ese momento, necesitaba ser fuerte, necesitaba mostrar que era un futuro alfa.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora