CAPÍTULO 16.- segundo fragmento

6K 865 314
                                    


(2/3)


—Los odio —Gabriela bufo mientras caminaba hacia sus primos—. Los estadounidenses son unos imbéciles.

—¿Qué dijeron ahora? —preguntó Liam.

—Me preguntaron si me alimento de niños —espeto Gabriela.

—¿Enserio? —Liam intentó no reírse.

—No hay manera de que sea alfa de esos territorios —Estefan negó con la cabeza—. Los mataría después de algunas semanas.

—Menos mal no sabes coreano —dijo Joon tomando un poco de ponche.

Bael llegó a ellos con su gesto común de aburrimiento.

—Hay algunos chicos que están preguntando si van a servir carne de cebra en el festín —dijo curioso y miró a Liam—. ¿Pediste alguna carne rara?

—Deberías decirles que se las serviremos y se las meteremos por el...

Gabriela fue interrumpida por Oliver. La mayoría de los extranjeros miraban de reojo a Oliver y otros agachaban la cabeza emocionados. Gabriela puso los ojos en blanco y Estefan les gruñó.

Liam apunto mentalmente recordar nunca poner de anfitriones a esos dos otra vez.

—¿Qué tal van? —preguntó Oliver despeinando a Liam con cariño.

—Todo muy bien su majestad —dijo Joon educadamente inclinando la cabeza—. Su hijo y sobrinos están disfrutando mucho la noche.

Estefan lo miró indignado.

—¿Enserio? —Oliver alzó una ceja—. Yo recuerdo odiar estas cosas, recuerdo que en mi último baile terminé con quemaduras graves y hospitalizado por dos semanas.

Antes de que le preguntaran qué había pasado, Rosali llegó saludando a todos y tomando a Oliver por el brazo.

—El alfa chino está muy enojado —dijo Rosali—. No entendí lo que decía, pero creo que me estaba gritando.

Bael observaba todo con detenimiento, su tío Jaime le había dado instrucciones específicas de vigilar que nada extraño pasara. Estaba contento porque al fin terminaba su escuela y podía tomar mucho más formalmente su papel como parte del escuadrón de príncipe heredero, su tío Jaime le daría más tareas que cumplir y comenzaría la universidad.

Intento olfatear algo, había despertado con los sentidos algo extraños y un dolor de cuerpo insoportable. Desde hace unas semanas se sentía más molesto de lo normal, específicamente cuando salieron sus alas. Era como percibir un sentimiento extraño y abrasivo dentro de él. Algo que le molestaba y hacía ver todo con más odio de lo normal.

Su padre siempre le había explicado sobre qué era sentir tener un demonio dentro de sí, pero él ahora apenas empezaba a comprenderlo.

Eso no disminuía lo molesto que estaba con su papá, lo quería mucho, pero ese cariño no lo cegaba lo suficiente para darse cuenta de lo estúpido que podía llegar a ser. Su tío Jaime lo había calmado diciendo que su papá tenía una buena razón para hacer lo que hizo. Bael pensaba que, si no estaba salvando al mundo o algo así, era imperdonable la manera como había hecho llorar a su madre.

—¿Has visto a Leia? —preguntó Liam mirando a todos lados.

—De hecho, no la he visto en todo el día —dijo Bael—. Y eso es raro, ya que hemos estado en los mismos lugares hoy.

—Iré a buscarla antes que empiece la ceremonia de graduación —Liam apretó su hombro—. ¡Estaré dándote porras!

Bael también se puso en marcha buscando a su hermana y la encontró poco después junto a su mamá.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now