—¿Sabes lo que más me gustó de este año? —le preguntó Bastian—. Es que no ha habido explosiones o incendios. Ha sido un año escolar tranquilo.
Leia lo miro divertida.
—Deniska lanzó por la ventana a su mejor amiga porque se estaba viendo con su novio a escondidas —replicó Leia.
—Se lo merecía.
—Era un tercer piso.
—Está bien ahora —Bastian le quitó importancia—, la escuela siempre ha sido movida, a lo que me refiero es que no ha habido una catástrofe que la cerrara.
—¿De qué hablan? —pregunto Natsuki poniendo su mochila en la mesa donde estaban sentados—, el examen de aritmética estuvo mortal.
—Bastian decía que este año la escuela ha estado tranquila —lo puso al día Leia.
—Una ex enamorada de Auguste apuñaló a una chica que supuestamente ahora sale con él —dijo Natsuki sacando su libro de aritmética—, creo que me equivoque en una respuesta.
—Algo tonto si pensamos todo lo que debe estar ligando Auguste en la universidad, lo que yo quería decir... —Bastian no terminó de hablar porque dos personas más se sentaron en su mesa.
—Mi amorcito —Liam atrajo a Leia para darle un beso muy afectuoso—, te extrañe tanto.
—Liam —Leia se sonrojo y le respondió el abrazo—, solo estuvimos una clase separados.
—Fue una eternidad para mi —Liam le daba besos en sus mejillas—, es una tortura no estar cada instante de mi vida a tu lado.
—Por favor Natsuki, dime que yo y Bastian no nos vemos tan melosos —Kerim hacía un gesto de asco sentándose a lado de Bastian—, no lo soportaría.
—No te preocupes, el día que le digas todas esas estupideces a Bastian los atacaré con mi katana —Natsuki repasaba las páginas de su libro, parando en uno al encontrar lo que buscaba—. ¡Sabía que me equivoqué en el último problema!
—¿Acaso no es una tortura no estar cada instante de tu vida a mi lado? —bromeó Bastian.
—Creo que la tortura seria estarlo —replico Kerim.
Bastian le golpeó el brazo.
—Como decía —Bastian prosiguió con la conversación—, no ha habido sucesos tan desastrosos este año como el año pasado. En especial, no nos ha pasado nada a nosotros.
—¿No cuenta cuando tu amiga egipcia tuvo un ataque cuando descubrió que yo soy tu mate? —dijo Kerim—, te lanzó una bofetada y después se desmayó.
—Eso solo fue un malentendido —Bastian negó con la cabeza—, ahora ella hasta novio tiene.
