CAPÍTULO 26.- segundo fragmento

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—Quiero que seamos amigas.

Taylor la miró totalmente confundida.

—¿Y a ti qué te pasa?

Gabriela solo sonrió en respuestas.

—¿La comida te cayó mal o algo así? —Taylor la miró incrédula—. ¿Quieres jugar conmigo?

—¿Porque jugaría contigo?

La cazadora quería gritarle, pero no iba a caer en ese juego donde ella es la buena y Taylor queda como la mala.

—¿Cómo podemos ser amigas si desde que llegas has intentado provocarme? —respondió Taylor intentando no gritar—. No lo niegues.

—No lo niego, he estado molestándote por diversión junto a Estefan desde que llegaste —asintió Gabriela mirando primero la fuente y después a Taylor—, pero tuve una revelación el día de ayer.

Taylor puso los ojos en blanco para después seguirle el juego a la demonio psicópata.

—¿Una revelación?

—Verás, seguramente has notado que mi mate es varios años mayor que yo...

Podría ser su padre, pensó Taylor, aunque se ve más joven de lo que es.

—Y siempre se junta con mis tíos con mucha frecuencia a tomar porque son sus amigos —siguió diciendo Gabriela algo fastidiada—. Anoche ya estaba algo cansada, fui a ver que tanto hablan y escuche algo que no me gusto.

Taylor intentaba entender qué tenía que ver eso con ella.

—Todos le repetían a mi mate que en cualquier momento saltare sobre ti para pelear por Theo.

Ahí está la razón.

—Bueno, hasta yo lo esperaba —replicó Taylor—, Theo me dijo que eres...especial.

Gabriela alzó una ceja y contuvo una sonrisa burlona.

—Hicieron sentir mal a Jose, porque todos piensan que aun amo a Theo.

Taylor la miró fastidiada.

—¿Y aún lo haces?

—Si, pero no de la misma manera —respondió Gabriela con sinceridad—. Y sé que él a mí también.

Taylor empezaba a enojarse otra vez.

—Dejemos las cosas claras —dijo Taylor rascándose la sien por manía—. Si te acercas a Theo de manera romántica, será tu cabeza demoníaca la que cortare la próxima vez.

Gabriela soltó una risotada.

—Cariño, vamos a hacer excelentes amigas —dijo Gabriela caminando a su alrededor—. Si alguien intentara quitarme a mi Jose lo mandaría al fondo del infierno de forma literal.

—No veo la forma de ser amigas.

—Nunca he conocido a una chica con tu espíritu, las dos tenemos esa fuerza que hace a los demás tacharnos de locas —explicó Gabriela—. Somos diferentes y no nos avergonzamos de eso. Somos una fuerza de la naturaleza, indomables e imparables. ¿Por qué mujeres como nosotras deberíamos pelear por un hombre?

Taylor pensó en todas las veces que le habían pedido que se comportara, todas las veces que se sintió excluida por su manera de ser, tan diferente a las demás chicas y le dio razón en algo a Gabriela. Nunca había encontrado a alguien tan loca como ella.

O mucho más que ella.

—No confío en ti —hablo la cazadora a la defensiva—. ¿Cómo sé que esto no es un engaño para que te burles de mí?

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now