CAPÍTULO 30.- primer fragmento

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Joon jamás se había sentido tan incómodo en la casa de la manada como ahora. Veía a sus tíos apenas soportando a su propia familia y no sabía si él mismo podría vivir para siempre junto a personas que no le agradaban.

Definitivamente no veía a Estefan soportando a la familia del tío Choi, Estefan apenas soportaba a su propia familia algunas horas.

Lo que a Joon le gustaba admirar, era el amor incondicional de su tío Ian, siempre cuidaba a su tío Jae como si fuera un tesoro y anteponía todas sus necesidades a la suya. Dejar su manada para ayudar a su tío Jae a administrar la suya debía ser todo un reto.

Vio a Estefan arrugando el gesto de la frente al intentar consumir su estofado de kimchi super picante. No le había dicho con palabras exactas que iba a dejar su puesto de miembro del escuadrón de Liam, pero le había dicho que lo apoyaba como alfa y que nunca lo dejaría solo.

Habían pasado algunas semanas desde su llegada a Corea y pasaron algunas cosas raras y otras preocupantes. Sus tíos se disculparon por no haberle contado lo de sus padres, solo habían esperado el momento adecuado para decírselo. Después de que Estefan le contara de su "casual encuentro" con Shin, este se había ido algunos días de la casa. Cosa que le importó poco porque estaba más preocupado por Natsuki y Bastian.

Ya había llegado la noticia de la matanza de la manada Japonesa y todas las manadas principales habían entrado en alerta total. Sus propios tíos se pusieron muy tensos y triplicaron la seguridad y endurecieron las normas restrictivas de la manada.

Joon luchó mucho para convencer a Estefan que no fueran a Japón, este quería dar el encuentro a Bael y los dos rastrear todo Japón en busca del primo traidor. Al final hizo como que no tenía problemas para que se fuera, pero le dijo que no se movería de Corea y que si se iba se separarían momentáneamente.

Estefan no quería dejar a Joon solo, así que desistió de ir a Japón a su pesar.

Shin volvió como dijo después de unos días, pero la miradas de odio entre Estefan y Shin eran tan pesadas que todos en la casa se habían dado cuenta.

Su tío le preguntó si había pasado algo entre ellos dos y Joon tuvo que confesarle su antiguo amorío con Shin.

Jae tuvo que pagarle a Ian, porque habían apostado si Shin era gay o no.

Pasaron mucho tiempo con sus primos Sun hee y Taekwon porque al parecer ayudaban mucho a su tío Jae con cosas de la manada, Joon había descubierto que sus primos no eran tan odiosos como su madre, de hecho, se llevaba muy bien con Sun hee, su celos con respecto a Estefan se habían desaparecido porque había descubierto que ella solía ser amistosa con todo mundo y porque a Estefan le daba muy igual todos.

Taekwon era todo un personaje, era muy ruidoso y divertido, se la pasaba cantando e intentando tomarle el pelo a Estefan. Este casi lo lanza por las escaleras cuando Taekwon intentó asustarlo. Lo habría matado si Joon no hubiera estado presente.

Sus primos eran geniales, siempre y cuando no estuviera la bruja de su madre presente. Cuando In jae aparecía, ellos solían estar callados y actuar con mucha rectitud. Hasta el pequeño Shiho, el hermano menor de Sun hee y Taekwon se ponía tenso con su madre.

Estefan le había dicho varias veces que podía desaparecerla y pasarlo como un accidente, Joon siempre le lanzaba una palmada en respuesta.

—Hemos encontrado el lugar —habló Jae mientras todos estaban sentados almorzando en familia—. Es parecido a lo que describiste Joon.

Joon miró a su tío algo contrariado. No sabía si sentirse emocionado o no.

—¿Enserio? —preguntó Joon.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now