No es necesario, pero yo diría que si has llegado aquí sin haber leído los primeros capítulos del siguiente libro THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN , ve y lee al menos la introducción. Te dará más contexto.
Por si alguna razón no leíste la última nota, me cree un Instagram como medio de comunicación con ustedes, cada vez que suba capitulo lo subiré en las historias.
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Cuídense mucho
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—Entonces... —Jess se llenó de lágrimas en los ojos—. ¿Podría morir?
—Es lo más probable —Gunnar caminaba de un lado a otro—, has pasado un embarazo sin tu mate y tu condición es...
Gunnar había decidido no decirle a Jess que su mate era un semidemonio, no es que le gustara mentirle, pero era muy arriesgado decirle que el feto que llevaba dentro de ella iba a ser un híbrido de demonio.
Podía asustarla y si le contaba esa información a alguien, rápidamente podrían saber de quién estaban hablando. No había muchos semidemonios en el mundo.
—Sigo sin entenderlo, en esta manada hay varias mujeres que han pasado embarazos sin mates por diversas razones, ninguna de ellas murió —dijo Jess.
—Tu situación es diferente —Gunnar tragó saliva—, tu mate...tu mate era muy poderoso ¿bien?, ese poder puede hacer que tu cuerpo... no resista en último momento. Tengo algunas de las lágrimas de ángel, pero no te las puedo dar hasta que nazca él bebé. No quiero asustarte, solo te pido que resistas lo más posible hasta que eso pase. Aún no te has transformado y esto es un territorio desconocido tanto para mí como para las chamanas de la manada.
Jess asintió tocando su abultado vientre de 8 meses de embarazo. No entendía bien lo que pasaba, estaba tan asustada por su bebé. Era un milagro que ella estuviera embarazada después de todo el daño que recibió físicamente.
—Y si muero... —Jess miró aterrada a Gunnar—. ¿Qué pasará con mi bebé?
—No vas a morir —dijo Gunnar intentando calmarla—, en cualquier caso, tendría que tomar al bebé y esconderme en el fin del mundo. Si te mueres, tu mate también lo hará.
"El mismísimo Rey de los hombres lobos vendrá por mí si su sobrino muere", pensó Gunnar escondiendo su angustia.
—¿Lo criaras? —Jess lo miró suplicante—, por favor prométemelo que lo harás.
—Jess... —Gunnar suspiro—, por supuesto que lo haría, no podría dejarlo al olvido. ¿Seré su padrino después de todo no?
