CAPÍTULO 28.- primer fragmento

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—No voy a mentir —dijo Jeremy con la sonrisa agrandada en su rostro—. Pensé que no iba a llegar a verte en traje de novio.

Jose que estaba arreglándose el cuello de la camisa, le lanzó una mirada cómplice.

—Ni yo —respondió mirándose en el espejo—, creí que me matarían antes de eso.

Dylan entró a la estancia donde estaban y silbó sonoramente.

—¡Qué guapo te ves! —dijo Dylan coqueto—. Sabía que el color negro clásico te vendría bien.

Jose asintió abotonando el último botón de su cuello.

—Déjame ponerte el moño —dijo Dylan acercándose a él con rapidez.

—Qué bueno que estes aquí Dylan —dijo Jeremy cruzándose de brazos—, quería informarte que no estás invitado a la despedida de soltero.

Dylan le lanzó una mirada furibunda.

—¿Enserio tendrá despedida de soltero? —preguntó Dylan fastidiado—. ¿Con la mate que tiene?

—No haremos nada indebido —hablo Jose—. Solo nos juntaremos a tomar algunas copas.

—Mas les vale —dijo Dylan terminando de hacer el moño y alisando su traje—. Después de todo lo que te costó estar con ella, sería muy tonto que al final sea ella la que te corte la cabeza por hacer alguna tontería.

En ese instante ingresó Evangeline con unas grandes ojeras.

—Cariño, te dije que descansaras un poco —dijo Jeremy preocupado—. Con lo de la bebe y el vestido de Gabriela no te he visto dormir mucho.

—Dentro de un rato voy a ir a lanzarme a mi cama —dijo Evangeline dándole un beso en la mejilla y saludando a los otros dos en la estancia—. Al fin pude terminar el boceto del vestido soñado de Gabriela.

—¿Recién terminaste de diseñarlo? —preguntó Jose preocupado—. Falta un mes para la boda, ¿Lo podrán tener a tiempo?

—Mira, no es nuestra culpa que mi linda sobrina y tu querida prometida cambie de opinión cada dos por tres —dijo Evangeline con gesto molesto—, pero ya se decidió por fin y ya tengo diseñado exactamente qué haremos, más de quince de mis mejores maestras costureras se van a encargar del vestido. Estará a tiempo o eso espero.

—¿El tamaño de la cola? —preguntó Dylan.

Evangeline levantó los diez dedos de su mano.

—Es más largo que la cola de Rosali —dijo Dylan alzando una ceja—. ¿Lo tiene permitido?

—No lo sé, pero no creo que a Rosali o a Oliver le interesen algo de eso —dijo Evangeline encogiéndose de hombros.

—Bueno, esperemos que salga todo bien —Dylan miró a Jose—. ¿Tú crees que necesitemos mandar a agrandar un poco el vestido?

Jose lo miró sin entender.

—No creo que un embarazo se note en un mes —dijo Evangeline—, sin embargo, les dije a mis costureras que hagan otro vestido con una talla más por si las dudas.

—¡Gabriela no está embarazada! —exclamó Jose—. ¿A quiénes más se lo tengo que explicar?

—¿Y por qué se están casando tan apresuradamente? —preguntó Dylan.

—¿No es obvio? —respondió Jeremy con una risa burlesca—. Jose quiere casarse antes de que vuelva Alan.

Jose miró indignado a Jeremy.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now